Carlos Alocén es la primera incorporación, a título oficial, del Real Madrid 2020-21. El base zaragozano, por el que el equipo blanco realizó una inversión hace un año, formará parte de la primera plantilla después de una temporada notable en Casademont Zaragoza, y lo hará, a pesar de su juventud –19 años–, con un rol considerable en una rotación preparada para la extraordinaria cantidad de partidos del calendario de los equipos de Euroliga.
En el Real Madrid confían en que Alocén se convierta en un base de referencia a medio plazo, pero consideran que puede aportar al equipo desde el primer minuto. A sus 20 años, Carlos ha destacado como director de juego en Zaragoza, demostrando una personalidad y unas cualidades que pueden extrapolarse, con la presión justa, en todo un grande como el Madrid. En el club blanco no querían frenar la progresión de un jugador que consideran preparado para dar el salto –en un rol menor al que jugó en Zaragoza– y con potencial incluso para jugar en la NBA si consigue explotar sus cualidades en los próximos años.
La idea a priori es que Carlos ejerza un rol de segundo base en la Liga Endesa, sobre todo en una fase regular en la que aglutinará la mayor parte de sus minutos de la temporada. Sin embargo, en el que será su debut en Euroliga, Alocén también contará con su momento, sobre todo en las jornadas de doble partido en los que será necesaria una profundidad de rotación en la que el Real Madrid es una de las referencias en Europa.
Alocén está aún algo verde, sobre todo en lo relacionado con el tiro, de media y larga distancia, pero puede aportar con su desequilibrio, diferencial en transición y destacado también en estático merced a su manejo del pick&roll y en general, todo lo relacionado con el pase. Además, su físico le sirve para cumplir en defensa, algo siempre importante en la adaptación de una nueva pieza en el sistema de Laso, si bien el margen de mejora del base maño en este aspecto es todavía amplio.
Campazzo marca el futuro de los bases
El puesto de base es el que más dudas despierta en el próximo proyecto del Real Madrid, con todo supeditado a la decisión de Facundo Campazzo, quien ha comunicado al club que quiere probar suerte en la NBA, algo que sucederá siempre y cuando encuentre un contrato con el que pueda afrontar el pago de su cláusula de salida, de seis millones de euros.
Así las cosas, el rol de Alocén podría variar en función de las decisiones que tenga que tomar la dirección deportiva tras el «sí» o el «no» del Facu, aunque lo seguro es que su futuro más cercano dependerá de su rendimiento en cancha, toda vez que ya es oficial su presencia en una de las plantillas candidatas a todo en Europa, un escaparate extraordinario para un jugador de su juventud y calidad.
