El final de la relación que une a Facundo Campazzo y al Real Madrid está a punto de convertirse en una realidad, desgraciada para el aficionado merengue y esperanzadora para un jugador que ya hace meses comunicó al club sus aspiraciones de jugar en la NBA. La agencia libre del campeonato norteamericano dará a conocer sus novedades de forma inminente y dentro del hermetismo característico a la hora de confirmar fichajes apalabrados en Estados Unidos, el Facu ha demostrado una dosis altísima de profesionalidad en sus últimos partidos con la casaca merengue.
Sabedor de su importancia en el proyecto, Campazzo se ha dejado la piel en el Real Madrid hasta el último día, y lo hará hasta que se confirme, como parece, su marcha a la NBA. El argentino sufrió un bajón de rendimiento hace unas semanas, lógico si atendemos a la situación que vivía al estar señalado por su decisión de cruzar el charco y probarse con los mejores jugadores del mundo. Sin embargo, una vez recuperado del bache, el Facu se ha erigido en la figura que era, y que tanto necesita y echará de menos Pablo Laso.
Los últimos partidos del Real Madrid han tenido como denominador común una actuación influyente de Campazzo, ya fuera en momentos concretos o como norma general durante los 40 minutos de partido. Su mejor versión se vio en Kaunas, con el Madrid visitando al líder de la Euroliga y con un récord negativo necesitado de un volteo.
Ahí, el argentino se erigió en el héroe junto a Tavares, un papel que también protagonizó ante Bilbao Basket, cuando tuvo que salir en el último cuarto para cerrar la victoria, pese a que a priori iba a ser su partido de descanso. Ante Valencia y Fuenlabrada, si bien en un rol más reducido, Campazzo también formó parte del grupo de jugadores clave de Pablo Laso, como demuestran sus más de 26 minutos en cada uno de ellos.
Agradecidos… y con un ojo en el mercado NBA
La decisión de Campazzo de marcharse a la NBA fue tomada con críticas por parte de un sector de la afición merengue, que reprochó su egoísmo al base argentino. Sin embargo, el Facu ha seguido trabajando en silencio y mostrando una actitud de garra constante, marca de la casa, pero mucho más complicada de llevar cuando te estás jugando un contrato multianual en la NBA, necesario, entre otras, cosas, para pagar los seis millones de cláusula que el Real Madrid –acertadamente– colocó en su último contrato.
El Real Madrid, al mismo tiempo que agradece su compromiso en este inicio de temporada, mira con recelo la salida de Campazzo, en gran medida por que la capacidad para firmar un sustituto de garantías, dadas las circunstancias, es harto complicada. Con el mercado europeo con sus grandes nombres fuera de cartel, los descartes NBA son la vía para un parche bueno, bonito y a poder ser, barato, que pueda sumarse a una línea que formada por Laprovittola, Alocén y destellos de Llull se queda bastante corta para aspirar a todo en España y, sobre todo, Europa.
