El Real Madrid visita este martes al Armani Milán en un partido que se disputará a puerta cerrada por el coronavirus. La Euroliga ha adoptado esta medida debido a que la localidad italiana es uno de los focos de la enfermedad y quieren evitar riesgos. De hecho, Campazzo ha confesado en la previa que a su mujer no le hace ninguna gracia que vaya.
«Mi mujer quiere que no viaje, pero la Euroliga ha puesto estas normas y debemos confiar en el club y en la Euroliga», comentó el Facu. A la plantilla blanca no le hace mucha gracia tener que jugar este encuentro en Milán tal y como están las cosas, pero son conscientes de que hay que hacerlo porque así lo ha decretado la Euroliga.
Trey Thompkins se quejó de esta medida antes de poner rumbo a Italia: «¿Por qué no podemos jugar en un sitio neutral? Este virus es grave. Así que tratémoslo como lo que es, por favor». Otro que tampoco se mordió la lengua fue Rudy Fernández, que se mostró muy crítico. «Lo primero es lo primero y luego la salud de los jugadores y sus familias».
Para minimizar los riesgos, el Real Madrid irá y vendrá en el mismo día. Habitualmente los equipos suelen ir el día antes pero debido al brote de Covid-19 que hay en Italia han decidido viajar el mismo día del partido, y al acabar tomarán el vuelo de vuelta a la capital de España.
