Importante pero sufrida victoria del Real Madrid en Euroliga, ante Panathinaikos (76-66). El conjunto madridista se desquita de sus últimas dos derrotas con un partido que encarriló rápido, dejó prácticamente sentenciado al descanso, pero en el que de nuevo acabó sufriendo. Liderados por Deck, que fue el mejor, con 20 puntos y una valoración de 29, los blancos consiguen su 14ª victoria en lo que va de temporada en la competición continental.
Llegaba necesitado el Real Madrid a la jornada 22 de la máxima competición. Después de dos derrotas consecutivas, no podían permitirse un nuevo fallo. Los blancos recuperaron sensaciones contra Morabanc en Liga Endesa y querían mantenerse en la senda de la victoria, después de dejarse remontar por Maccabi y verse sorprendidos por Estrella Roja en casa la pasada semana.
No podían fallar y menos ante un equipo griego inmerso en una clara transición que le mantiene alejado de la zona de play-off. Desde los primeros minutos se vio a los de Laso convencidos de su superioridad y tratando de plasmarla sobre el parqué del Wizink Center. Con un gran acierto y una sólida defensa consiguieron marcharse pronto en el marcador.
Sin embargo, comienza a ser preocupante la falta de contundencia de los blancos a la hora de cerrar los partidos. Repitiendo el guion de los últimos encuentros, fueron el bajón en los dos últimos cuartos fue notable, permitiendo que Panathinaikos se consiguiera reenganchar en los minutos finales.
Los madridistas volvieron a verse superados por la reacción de su rival tras el paso por vestuarios. Los helenos se aprovecharon de la confianza de los blancos, que parecían ya desconectados del encuentro y consiguieron entrar en el partido tras un buen tercer cuarto. En el arranque del último consiguieron engancharse por primera vez al marcador, llegando a ponerse a cinco puntos.
Superioridad madridista desde el principio
Pronto pusieron tierra de por medio los madridistas. Gabriel Deck lideraba el ataque de los madridistas, junto a Taylor. Entre los dos se encargaron de establecer diferencias, gracias a un gran porcentaje de los blancos en tiros de dos, que les llevó a poner un 25-13 al término de los primeros 10 minutos.
Siguiendo en la misma línea durante el segundo cuarto, los locales seguían aumentando la diferencia. El conjunto madridista estaba frenando totalmente a los griegos y mantenía un ritmo similar en sus ofensivas, lo que les permitió irse con una cómoda renta de 22 puntos al descanso.
Desconexión en la segunda mitad
Todo apuntaba a que el Real Madrid tenía el partido ganado. Panathinaikos apenas había hecho acto de presencia, lo que unido a la gran diferencia en el marcador, provocó la relajación de los blancos. Confiados en la victoria, el conjunto madridista empezó a ver cómo los griegos recortaban distancias y empezaban a acercarse.
Con un gran parcial de 9-22, consiguieron ponerse a menos de 10 puntos de los madridistas. Laso entonces reaccionó y los blancos consiguieron volver a poner una cómoda renta de 12 puntos que les daba cierta tranquilidad de cara al último cuarto. El marcador reflejaba un 62-50 al término del tercer cuarto, que les permitía controlar sin mucho margen de relajación lo que quedaba de partido.
Pero Panathinaikos no había dicho su última palabra. Se habían visto con opciones de meterse en un partido que tenían más que perdido y trataron de aprovecharlo. Nedovic y Auguste tomaron las riendas y acercaron a los suyos a seis puntos a falta de cuatro minutos, obligando a los blancos a empeñarse al máximo si no querían ver como de nuevo se les escapaba un partido que estaba controlado.
Abalde y Llull terminan con los griegos
Tras un nuevo tiempo muerto de Laso, los madridistas volvieron a reaccionar. No era fácil engancharse a un partido del que habían desconectado en el descanso y menos con un rival lanzado a por la victoria. Sin embargo, los blancos volvieron a frenar el ataque heleno y con dos triples de Abalde y Llull dejaron sin opciones a los griegos.
Contundentes de nuevo en defensa, los blancos consiguieron resolver a última hora y evitar un susto de Panathinaikos que habría sido mayúsculo. Al final, el conjunto madridista se impuso por 76-66. Una victoria menos cómoda de lo que pudo ser, pero que les sirve para resarcirse de las dos últimas derrotas europeas.
