Un Real Madrid-Olympiakos sin Llull ni Spanoulis no es el clásico que todos conocemos en Europa, ni de lejos. La ausencia de leyendas, eso sí, no hizo que el Palacio de los Deportes disfrutase con un espectacular triunfo blanco ante unos griegos que si se alinean los astros jugarán los play-offs de la Euroliga.
El 21-10 tras el primer cuarto reflejó la superioridad de los locales con un excelso Anthony Randolph que anotó él sólo un punto menos que toda la escuadra griega. El pique sano con el renacido Thompkins le está viniendo bien a ambos americanos, ya que el ala-pívot suplente tomó el relevo a su compatriota en el segundo cuarto para consolidar la ventaja en la decena de puntos al descanso.
El Madrid pisó el acelerador y sentenció a los que fueron sus verdugos en las primeras Final Four de Laso con una gran racha de Causeur y Rudy Fernández para estirar la renta hasta la veintena de puntos. Printezis o Papanikolaou asistían impotentes a una gran paliza madridista.
El último periodo fue un trámite para los de Laso, que ya son el equipo más en forma de la competición con ocho victorias consecutivas. Atrás queda el inicio dubitativo en la Euroliga y las dudas fuera de casa, este Madrid vence y convence, aunque enfrente tuvo a un Olympiakos cuya idea de jugar únicamente en la competición continental no da sus frutos. A su equipo le falta mucho ritmo de partidos para ser competitivos, aunque sin talento todo es mucho más complicado.
