El Real Madrid sigue en su versión de la Copa del Rey. Los blancos pasaron por encima de un Fenerbahce, a priori uno de los favoritos al título y que lleva una temporada floja, que no pudo hacer nada contra la intensidad defensiva de los visitantes. Sin Llull, Felipe, Taylor y Randolph, los menos habituales de Laso dieron un paso adelante para conquistar una de las canchas más difíciles de Europa.
Laso sorprendió sacando de titular a Garuba –que no jugó ni un minuto en la Copa– dando medida de lo innovador de su idea. El canterano formó un tándem defensivo con Tavares –16 puntos y 8 rebotes– temible que asfixió a unos turcos que se quedaron sin ideas muy pronto dependiendo únicamente de Nando de Colo.
El Madrid puso la directa antes del descanso llegando a marchándose a los vestuarios con 16 puntos de ventaja. Ver para creer. Los visitantes estaban fusilando desde la línea de tres a los locales con un Jaycee Carroll que parece haber bebido de la fuente de la eterna juventud logrando 20 puntos en tres cuartos.
La salida del descanso reactivó a los de Obradovic llegando a bajar la distancia psicológica de la decena de puntos. El Madrid, sin embargo, no se puso nervioso y volvió a jugar con su juego básico de bloqueo y continuación, además de una gran defensa. El resultado fue otro parcial demoledor blanco de 0-11 al final del tercer cuarto.
Fenerbahce, otrora un equipo candidato al título y que ahora sufre para meterse en Play-Offs, mostró que su crisis de esta temporada no es una pose. Bajaron los brazos hasta niveles insospechados y el Madrid llegó a ir ganando por 30 puntos en Estambul. ¿Quién se podría haber imaginado un nivel competitivo así? Los blancos se encuentran en su momento más dulce de la temporada.
