El Real Madrid vuelve a dejar escapar la victoria en Euroliga, esta vez contra el Maccabi Tel Aviv (86-84). Los blancos cuajaron un gran primer cuarto que encarriló el partido, pero la rápida reacción de los israelís, que secó el ataque madridista, y la gran actuación de Tyler Dorsey -30 puntos- confirman una nueva derrota para los de Pablo Laso en la máxima competición.
Tras la derrota del lunes en el Wizink ante el Estrella Roja, el Real Madrid necesitaba una victoria para no descolgarse de la cabeza de la Euroliga. Visitaban los blancos el Menora Mivtachim Arena de Tel Aviv, una cancha en la que sólo han caído en dos ocasiones en la última década. Sin embargo, no apuntaba a ser un partido fácil. Las sensaciones de los últimos encuentros no daban un claro favoritismo a los de Laso y aunque arrancaron de manera arrolladora, la reacción local les permitió darle la vuelta, dejando un final abierto en el que el Madrid no resolvió.
El comienzo de los blancos fue espectacular. El Madrid inició el partido buscando encarrilarlo lo antes posible y lo lograron gracias a un gran acierto en ataque. Intratables en los primeros minutos, los de Laso llegaron a marcharse de 12. Desde el perímetro se mostraron intratables, con un acierto superior al 70%, pero más increíble fue verles meter los ocho tiros de dos que intentaron. A eso se sumó una gran labor defensiva, que secó durante los primeros 10 minutos a Maccabi.
Con una cómoda renta de nueve puntos (24-33) tras el primer parcial y cuajando un gran partido sobre todo en ataque, todo apuntaba a una victoria plácida para los madridistas. Sin embargo, en el segundo cuarto los locales reaccionaron. Los israelís comenzaron a doblegar en ataque a los blancos y les dieron de su medicina desde el exterior. Poco o nada quedaba de aquella tremenda ofensiva del inicio, que vio como se pasó de anotar 33 puntos a 13 en sólo un cuarto.
Los madridistas echaron de menos la presencia en la pintura de Tavares antes del descanso y vieron como el Maccabi se acercaba en el marcador, desbaratando la renta obtenida en los primeros compases del duelo. Colaboró en ello Dorsey, que lideraba a los amarillos con 16 puntos antes del paso por vestuarios, al que se llegó con un marcador de 43-46.
Con el partido más que abierto, Dorsey siguió dominando el juego de los locales durante el tercer parcial. Pero los blancos lograron reaccionar. Tavares volvió a la pista y encontró un socio perfecto en Trey Thompkins, fundamental desde la línea de 6,75 con tres lanzamientos que acabaron dentro y que permitieron a los blancos mantener la diferencia.
Recuperaron las sensaciones los de Laso en el tercer cuarto, aunque alejados aún -lógicamente- de sus números en el primero. Aunque atravesaron una mala racha anotadora que provocó que Maccabi comenzase a liderar en el tanteador, la respuesta del ala-pívot estadounidense logró mantener la diferencia antes de encarar el último acto.
Maccabi volvió a encontrar la forma de contener al Real Madrid en el comienzo del último cuarto. Lograron los de Sfairopoulos secar otra vez a los blancos en ataque y con la dupla Hunter-Bryant comenzaron a dominar el partido. Se le complicaba bastante el encuentro a los madridistas, que se encomendaron a las apariciones de un magnífico Tavares en el poste bajo para tratar de darle de nuevo la vuelta al encuentro.
No lo consiguieron los blancos. Y es que la gran actuación de Dorsey en el tramo final fue decisiva. El jugador local volvió loco a Laprovittola en los últimos compases y se fue a los 30 puntos, con seis puntos de forma consecutiva en el último minuto. Pese a ello, tuvo Carroll la última posesión para empatar o incluso ganar el partido, pero se le escapó el balón y se confirmó una nueva derrota de los blancos en Euroliga.
