El Real Madrid se llevó el derbi madrileño de la Liga Endesa, al imponerse al Movistar Estudiantes por 65-79. Los de Laso comenzaron mandando con autoridad, pero la reacción estudiantil no se hizo esperar y lograron mantenerse en el partido hasta el último cuarto. Entonces, el conjunto blanco castigó en exceso a su rival desde el perímetro, para lograr su vigésima victoria en el campeonato que contó con especial protagonismo, de nuevo, de Tavares, que volvió a ser diferencial.
Máxima rivalidad en el Wizink Center entre sus dos inquilinos. El derbi madrileño de la Liga Endesa se disputaba de nuevo en la jornada 23 y, pese a la enorme diferencia entre ambos conjuntos, se mantuvo igualado emocionante hasta el final. Movistar Estudiantes plantó cara hasta el final. Apenas se les notó la falta de ritmo de competición. Era el segundo partido que jugaban en 2021 y a punto estuvieron de dar la sorpresa.
El partido comenzó con un ritmo frenético. No daban opción al fallo ninguno de los dos equipos. Los blancos estaban más que acertados desde el perímetro, con Carroll, Garuba y Alocén dando las primeras ventajas a los madridistas. Querían contestar los locales, algo precipitados, lo que junto a la gran defensa liderada por Walter Tavares les dejó durante los últimos cinco minutos sin anotar. Al final del primer cuarto, la ventaja para los de Laso era más que cómoda.
Con el 12-22 tras los 10 primeros minutos, Laso se permitió dejar a Tavares en el banquillo y, como viene siendo habitual, el equipo lo pagó en exceso. La dependencia del caboverdiano es más que preocupante. El Estu lo aprovechó, iniciando a un ritmo muy alto el segundo parcial.
Reacción estudiantil
Barea y Delgado empezaron a liderar la reacción estudiantil, asociándose para acercarles en el marcador, pero el más destacado de los locales terminó siendo Avramovic. El serbio acabaría siendo el máximo anotador del partido, con 21 puntos, y gracias a su aportación durante el segundo cuarto, se metieron en el partido.
Hicieron 15 puntos durante los primeros cinco minutos, poniéndose a tres de los madridistas. Después de abusar de los triples, sin éxito, en los primeros minutos del partido, Estudiantes se aprovechó de la ausencia de Tavares para golpear por dentro a los blancos, lo que sumado a su sólida defensa posibilitó igualar el encuentro al descanso.
Después de haberse repartido el dominio durante cada uno de los dos primeros cuartos, los dos conjuntos salieron con todo por decidir al tercero. El Estu aguantó y se aprovechó de los constantes errores del Real Madrid de dos. Los blancos terminaron el tercer cuarto con un 32% de acierto en los tiros de dos, que les impidió establecer diferencias claras.
Sentencia desde el perímetro
Terminado el tercer cuarto, los madridistas lideraban de tres. Con todo abierto se legaba al acto final, en el que la balanza terminó de decantarse del lado de los blancos. Conscientes de lo que les estaba costando hacer puntos desde la pintura, los de Laso recurrieron a su mejor arma. Desde la línea de tres empezaron a castigar al Estudiantes.
Causeur mostró el camino, elevando la distancia de cinco a ocho, y Abalde terminó de sentenciar el partido en los últimos minutos. Tres triples del gallego confirmaron la victoria para los blancos, que se llevan un nuevo derbi, esta vez por 65-79.
