«Estamos atentos al mercado». Esta afirmación representa la postura del Real Madrid en torno a las posibles entradas y salidas en su plantilla de cara a los próximos meses, una vez se decida la cancelación o disputa de la Liga Endesa. La dirección del equipo blanco maneja varias alternativas, pero dentro de las opciones, se plantea la posibilidad de no realizar fichajes de cara a la próxima temporada, o sólo algún refuerzo secundario que de profundidad al roster, sobre todo en la posición de pívot.
Con dos tercios de la plantilla con la continuidad asegurada para la próxima temporada, a día de hoy sólo complicaciones en las renovaciones o una oportunidad de mercado ineludible podrían hacer que el Madrid tuviera que emplear sus esfuerzos en una contratación de renombre de cara a la 20/21. Eso sí, tal y como comienza este texto, de boca de la directiva de la sección de baloncesto madridista se desliza la atención constante a un mercado con considerables probabilidades de dejar a tiro alguna bomba para la que el Real, dado el caso, opositaría.
El Real Madrid lleva años con una de las plantillas más profundas de Europa, sino la que más, y el continuismo del proyecto ha hecho que se de más peso a las renovaciones que a los fichajes de renombre. Así llegaron los nuevos y millonarios contratos de Campazzo y Tavares, los dos grandes pilares del proyecto actual junto a Rudy y Llull, y que fueron blindados después de sobresalir desde un papel más secundario.
Los jóvenes tienen una importancia capital en el futuro del Real Madrid, y el ejemplo de Usman Garuba es el mejor para calibrarlo. En su primera temporada como jugador del primer equipo, que comenzó con 17 años, el interior español rompió todos los pronósticos y ‘complicó’ con su sobresaliente rendimiento, la tarea de Pablo Laso a la hora de repartir minutos. La próxima campaña, un año más maduro y adaptado plenamente a profesionales, Garuba contará mínimo con el mismo número de minutos y peso en la rotación, haciendo que su talento, sumado al de Randolph, Tavares o Mickey, asegure dos torres de máximo nivel en la 2020/21.
Thompkins y Reyes deben aclarar su futuro
En los puestos interiores se conoce la continuidad de los cuatro nombres anteriormente mencionados y la salida, prácticamente segura, de Salah Mejri. El tunecino sería la única baja en condiciones normales, pero Trey Thompkins y Felipe Reyes deben solucionar su futuro. El capitán apunta a continuar un año más, posponiendo su despedida, y en el caso del americano, debe refrendar con un buen final de temporada a las opiniones de que su renovación es obligada al menos una campaña más.
La renovación de Jaycee Carroll facilitará las cosas en la rotación exterior, donde Campazzo, Llull y Laprovittola cuentan con contrato en vigor, al igual que Taylor y Causeur. Rudy también sigue hasta, al menos, 2022, y Deck apunta a subir su peso en la rotación, y también sus emolumentos en un nuevo contrato. Nakic sí se encuentra en la parrilla de salida, en busca de más minutos en calidad de cedido y Alocén y Prepelic, propiedad del Real Madrid, cuentan con alguna opción de formar parte de la plantilla, aunque lo más probable es que continúen su camino en otro lugar, algo que en el caso de Klemen podría significar su adiós definitivo –acaba contrato el 30 de junio–.
