El proyecto 2021-22 del Real Madrid se encuentra en cuarentena, con las directrices indicadas para afrontar una revolución moderada en la plantilla, y pendiente de una decisión que podría cambiar el rumbo de una sección acostumbrada a acumular éxitos temporada tras temporada. Pablo Laso finaliza contrato al final de la presente temporada y, pese a su ascendencia en el club y su condición de imprescindible, aún no se ha acordado su renovación.
La decisión de renovar o no de Pablo Laso cada vez cuenta con menos margen pero, según ha podido saber OKDIARIO, desde la sección confían en que se decante por seguir manejando el rumbo de la primera plantilla hacia los mayores objetivos en las próximas temporadas. La pelota está en el tejado de Laso y en sus manos va a estar el continuar al frente del equipo. El optimismo continúa en la sección, donde deslizan que las condiciones de la renovación también las pondrá el entrenador, sobre todo en cuanto a los años de duración. «Seguirá hasta que él quiera».
A cinco meses de que el vínculo contractual de Laso con el Real Madrid expire, se manejan ciertos nervios en el club en torno a la posición de Laso y las escasas conversaciones para su renovación. Por el momento, no existe una oferta formal y si bien ambas partes están llamadas a entenderse, es cierto que han aparecido discrepancias en los últimos tiempos que no dibujan un acuerdo tan sencillo como pudiera imaginarse.
Las decisiones tomadas por la dirección deportiva en los últimos tiempos han ido en un camino que, en ocasiones, Laso no aconsejaba. El fichaje de Laprovittola, un base que no colma sus expectativas, o la obligación de renunciar a la incorporación de un pívot en verano fueron recibidas de buen grado por el técnico que, sin embargo, habría actuado de otro modo en el capítulo de llegadas.
La perspectiva del vestuario en referencia a la renovación de Pablo Laso es clara. El núcleo duro del vestuario considera que el técnico vitoriano es el ideal para que la nave madridista continúe funcionando a pleno rendimiento y el deseo es que se solucione cuanto antes la situación. Las dudas sobre la continuidad del proyecto tal y como se entendía es imposible si Laso renuncia a continuar, aunque lo que se da por hecho es que no ‘dejará tirado’ al equipo.
Laso, excepción en economía de crisis
La situación económica, provocada por la crisis del coronavirus, ha llevado al Real Madrid a tomar decisiones restrictivas en cuanto a la formación de sus principales equipos. Lo ha sufrido la sección de fútbol, principal y capital en el organigrama, y también la de baloncesto. Sin embargo, la renovación de Laso es una prioridad y no se escatimará en gastos para poder dotar de una buena oferta para que el entrenador prolongue su vinculación con la entidad.
Laso, por su parte, es consciente de la situación económica y sus pretensiones están lejos de tener el prisma económico como prioridad. Pablo busca un proyecto deportivo sólido, en el que pueda seguir contando con voto y en el que, nueve años después de su llegada, pueda mantener lejano el inevitable desgaste provocado por el tiempo.
Revolución para verano
El Real Madrid plantea una renovación de la plantilla para la próxima temporada, en la que se prevén salidas y entradas que no han podido producirse en los últimos meses. El fin de contratos de varios jugadores también lleva a la actuación, en un cambio que se considera necesario para un lavado de cara de la plantilla.
Alocén y Abalde, únicos fichajes en verano, contarán con nuevos acompañantes, que reemplazarán a una lista de salidas en la que apuntan a encontrarse jugadores como Felipe Reyes o Jaycee Carroll, que finalizan contrato y lo lógico es que opten por la retirada al término de la temporada. Los jugadores que lleguen formarán parte de una extendida lista de prospects que maneja la dirección deportiva y en la que será importante la opinión de Pablo Laso, para recuperar esa conexión total que tantas alegrías ha acabado dando a la sección.
