El Valencia Basket ganó (89-78) al Real Madrid en la jornada 25 de la Euroliga celebrada en La Fonteta. Una victoria necesaria para los taronja, en lucha por cazar los playoffs, que aprovecharon las dudas de un cabizbajo rival que llegaba tras perder la final de la Copa del Rey frente al Barcelona.
Dos semanas después, los de Jaume Ponsarnau hicieron buena su victoria épica ante el CSKA de Moscú para apretar por un caro ‘Top 8’ (13-12). El Valencia se vengó de la reciente derrota en Copa ante un Madrid que entre bajas y esa final perdida ante el Barça no atraviesa su mejor momento. Los blancos (15-10), con su segunda derrota europea seguida -con la de Baskonia-, siguen descuidando el ‘Top 4’ y, a su vez, un playoff que aún está en el aire.
Los 20 puntos de ventaja que tenían los locales sobre los de Laso demostraba a la perfección la diferencia que se estaba viendo en la cancha. El Valencia arrolló a un Madrid con dudas, sin acierto en el triple (11/35) y sin su tradicional fondo de armario. Las bajas de Rudy Fernández y Taylor suavizaron la defensa blanca para alegría del cuadro taronja.
Los de Laso aguantaron con los 15 puntos de Carroll en el primer cuarto, pero cuando tuvo que descansar el americano, el Madrid no tuvo relevo en la anotación. Además, Garuba se cargó pronto de faltas y poco antes del descanso Llull sintió un problema muscular. En el otro lado, el Valencia impuso su ritmo, con un Marinkovic también enchufado y un alto porcentaje de acierto general.
La defensa local sí cortó pases y dio ritmo a su ofensiva, con ese duelo entre Carroll y Marinkovic. Tobey también se animó de tres y Van Rossom repartió juego en su buena línea. Con una sola pérdida se fue al descanso el Valencia y con el triple sobre la bocina de Prepelic para poner ese +20. Al Madrid le tocaba una remontada épica, un lavado de cara primero en defensa y después en ataque.
Así lo hizo en cinco minutos del tercer cuarto, forzando las pérdidas locales y con los triples de Deck y Laprovittola. Van Rossom sacó del bache a los de Ponsarnau y la precipitación no ayudó a los de Laso (71-51). El Valencia llegó al último cuarto con los deberes hechos y el Madrid, con la baja confirmada de Llull, no encontró armas, pese a la racha de triples final de Abalde, para una guerra que se recrudece.
