Por fin una victoria solvente y reconocible del Real Madrid en Euroliga. La mejor versión del equipo blanco en la máxima competición europea se estaba haciendo de rogar y, de camino, se habían perdido cuatro de cinco partidos, pero la mala racha se rompió (100-82) ante el Bayern de Munich. La noche madrileña vivió por fin atisbos del vendaval de baloncesto que el equipo de Pablo Laso acostumbra a desplegar, y lo hizo merced a la aportación de tres de los cuatro estadounidenses de la plantilla. Carroll, Thompkins y Randolph, este último de vuelta tras varias semanas lesionados, se combinaron para sumar 48 puntos y guiar al Madrid a la esperada resurrección europea.
El partido no fue sólo de estos tres alfiles, este jueves pilares para Pablo Laso. También lo fue de uno de los importantes, un Facundo Campazzo que encarrila su último mes de madridista y lo hizo con una de cal y una de arena, esta última en forma de lesión sobre la que deberá determinarse el alcance. Se vieron destellos del Facu, pero también de Abalde o Rudy, este último estelar en el tiro para cerrar el encuentro, e incluso el reencuentro de Llull con sus mandarinas de fin de posesión. Fue la vuelta del Real Madrid más devastador, ese que se acostumbra a ver en ACB pero al que le estaba costando arrancar en Euroliga. Hasta hoy.
Por parte del Bayern, que compitieron hasta el último cuarto, hay que destacar la nada desdeñable labor de Wade Baldwin IV, uno de esos bases norteamericanos que a falta de tiro de larga distancia dominan desde el físico y el manejo, y que buen daño hizo al Madrid hasta que Taylor y Abalde le desquiciaron, hasta obligar su cambio. Él y Reynolds pusieron la nota de calidad de un equipo que llegaba al Palacio como líder provisional de la Euroliga, y que si bien demostró talento intermitente, confirma que la clasificación está demasiado loca y que el equipo que probablemente acabe arriba es precisamente el que empezó el encuentro entre los colistas.
El partido fluyó para el Real Madrid, primero en mantenimiento, después en construcción y en el último cuarto ya en pleno disfrute y en camino de unos 100 puntos que llegaron en el minuto final, merced a unos tiros libres de un notable Llull. Sin más historia, el 100-82 no sólo devuelve al Real Madrid a la victoria en Euroliga, sino que coloca las cosas en su sitio y guía a los merengues en su camino a seguir en próximos compromisos continentales.
