Llegó la hora de la verdad. El estadio Nuevo Vivero acogerá un partido a todo o nada que medirá a Ibiza y Castilla (12:00 horas / Real Madrid TV). Los baleares y el filial del Real Madrid buscarán un triunfo que les permita jugar dentro de una semana otra final, aunque esta vez con premio, ya que el que sea capaz de ganar dos encuentros logrará el ascenso a Segunda División.
El Castilla afronta esta cita con la presión justa. La que obliga el escudo, que ya es suficiente, pero poco más. Los chicos de Raúl lograron el objetivo cuando certificaron su presencia la próxima temporada en Primera RFEF, la que será a partir del próximo año la tercera categoría del fútbol español. Todo lo que llegue a partir de eso es un premio más que merecido para un equipo que lo ha dado todo durante un año tremendamente complicado en el que se han tenido que sobreponer a muchos contratiempos. Lesiones propias y ajenas que han afectado a los chicos de Raúl. Y es que, Zidane ha tenido que recurrir durante todo el año al Castilla por culpa de las muchas bajas que ha sufrido el primer equipo. De hecho, el duelo ante el Ibiza lo tendrán que jugar sin Miguel Gutiérrez y Antonio Blanco, dos pilares del filial que estarán en Bilbao para medirse al Athletic en San Mamés.
El Castilla ha llegado al que esperan que sea el penúltimo partido de la temporada tras quedar segundo en la primera fase, sólo superado por el San Sebastián de los Reyes, y tras finalizar tercero la segunda fase. Dos clasificaciones que le permitieron asegurarse su presencia en Primera RFEF el próximo año y pelear por subir y, ahora, disputar los playoffs ante un Ibiza que tratará de ponerle las cosas muy difíciles a los blancos. Los baleares, que tienen un gran proyecto, han hecho una importante inversión para lograr el ascenso y durante todo el año se han mostrado muy sólidos. El encuentro se antoja complicado, pero los chicos de Raúl competirán para seguir soñando.
La generación Youth League
Este Castilla que está a dos partidos de subir a Segunda División es el fruto del trabajo muy bien hecho en los últimos años en La Fábrica. Un esfuerzo que comenzó a dar su recompensa el pasado mes de agosto ganando la UEFA Youth League y que ahora aspira a subir a la categoría de plata. Los Miguel Gutiérrez, Antonio Blanco, Víctor Chust, Marvin, Arribas, Luis López, Dotor, Pablo Ramón, Latasa, Santos o Sintes ya están empezando a dar que hablar en el club y alguno tiene serias opciones de estar el próximo año en el primer equipo.
Raúl ha sido capaz de formar un equipo lleno de talento, que ha mezclado a la perfección con futbolistas más veteranos y con experiencia como Hugo Duro, Hugo Vallejo o Gila y al que se han ido incorporando juveniles que han sumado. Por ejemplo, el filial ha viajado a Badajoz con siete futbolistas que pertenecen al Juvenil A.
El sello de Raúl
El arquitecto de este equipo es Raúl, que ha conseguido hace un grupo a su imagen y semejanza. Sus conjuntos se caracterizan por ser tremendamente competitivos. Pueden ganar, perder o empatar, pero el derramar hasta la última gota de sudor en el césped no se negocia. En todo este tiempo se cuenta con los dedos de una mano las veces que un conjunto dirigido por el ‘7’ no estuvo a la altura del escudo que llevan en el pecho. En alguna ocasión se han visto superados por el rival, tal y como ha sucedido esta temporada contra el Badajoz, pero siempre han luchado, a veces con éxito y otras no tanto, para sobreponerse y dar la vuelta a la situación.
Raúl ahora afronta su penúltimo reto de la temporada. Lo único que pasa por su cabeza es lograr el ansiado ascenso con el Castilla a segunda, algo que no sucede desde 2012, pero en el club miran más allá. Son muchos los que ven en su figura al futuro entrenador del Real Madrid si Zidane decide dejarlo.
