La historia de James Rodríguez en el Real Madrid va tocando a su fin. Si ya era obvio el nulo feeling que existía entre el colombiano y Zinedine Zidane, que le ha mantenido en el ostracismo toda la temporada, el gesto de James negándose a viajar a San Mamés permitió escribir con seguridad las últimas líneas de este trayecto del mediapunta con la elástica blanca tras seis años en el club (dos cedido en Múnich). Su salida es inminente aunque su destino aún sigue siendo una incógnita. La puerta de la Premier League sigue abierta.
Tras las experiencias en Portugal, Francia, Alemania y España, las únicas puertas a las que no tocó aún James son a las de Italia e Inglaterra. El Nápoles, con Carlo Ancelotti al frente, tanteó esa posibilidad el año pasado pero con el técnico italiano al mando del proyecto del Everton, la posibilidad de recalar en la Premier League aumenta.
Durante el confinamiento, cuando ya era segura la marcha del colombiano a final de temporada, los contactos entre los toffees y el Real Madrid estuvieron vivos aunque no se acercaron posturas. A James nunca terminó de contentarle la posibilidad de jugar para el Everton pese a que Ancelotti le llegó a ofrecer un gran contrato de cuatro temporadas, posiblemente el último importante en su carrera (lo cumpliría con 33 años). Pese a esto y las presiones del técnico, con el que coincidió en el Bernabéu, el colombiano nunca dio el sí, quiero.
El Manchester United es otro de los clubes Premier que se han interesado por el cafetero. Aunque los Red Devils, conscientes de la devaluación del futbolista en los últimos años y los importante emolumentos que percibe en la Casa Blanca, solo accedía negociar por James si las condiciones económicas del traspaso caían en picado. En el Bernabéu son realistas y saben ya que no percibirán una gran suma por él por cómo ha evolucionado su situación en los últimos meses.
El Atlético, solo gratis
Como adelantó Eduardo Inda en el Chiringuito de Jugones, el Atlético de Madrid sigue interesado en James Rodríguez pero solo apostaría por él si los blancos le dejan salir gratis. La vía atlética es la que más gusta al cafetero y es a esa baza a la que se agarran en los despachos del Wanda Metropolitano. El alto coste del jugador en el pasado hace inviable que los blancos le dejen ir a cambio de nada, por lo que la vía inglesa gana peso ante una más que inminente salida del colombiano.
