Carlo Ancelotti ha vuelto al Real Madrid, y lo hace de nuevo acompañado de su inseparable esposa Mariann Barrena, una mujer que prefiere mantenerse alejada de los focos y a la que no le gusta en exceso el protagonismo del mundo del fútbol. Eso no impide que haya acompañado al entrenador italiano en todas sus aventuras desde que están juntos.
Mariann Barrena es la segunda mujer de Ancelotti, con el que se casó en 2014, en su primera etapa como técnico del Real Madrid. Es canadiense, pero su familia es de español, concretamente de Guadalajara, algo bastante curioso. El entrenador conoció a Mariann en Londres durante su etapa al frente del banquillo del Chelsea, y desde ese momento son inseparables.
A sus 51 años, Mariann destaca por su su discreción y su saber estar. Y aunque no esté relacionada con el mundo del fútbol, también en lo profesional es una mujer brillante. La canadiense habla inglés, francés, italiano y español, hizo un Máster en Administración de Empresas obtenido en la Escuela de Negocios Cass y ha trabajado como consultora para el grupo bancario Barclays y la firma minera Dayton Mining Corporation, entre otras empresas.
Detrás del matrimonio hay una increíble y romántica historia de amor que ahora ha salido a la luz. Ella se encontraba cenando con otro hombre en un restaurante cuando Ancelotti se acercó y le dijo lo siguiente: “Tú serás mi prometida algún día”. Ella no se cortó y contestó: “Claro, la próxima vez traigo el anillo”. Y sí, acabó pasando, pues en 2014 se casaron en Vancouver.
Ancelotti ya tenía por entonces dos hijos, Katia y Davide, que son fruto de su primera mujer, Luisa Gibellini, fallecida el pasado mes de mayo, días antes de su vuelta al Real Madrid. Con ella estuvo 25 años antes de separarse y de conocer a Mariann Barrena un año después en Londres. Ella ya tenía también una hija, Chloe, de su primer matrimonio.
