La victoria del Real Madrid ante el Cádiz dejó una grata sorpresa para el conjunto blanco, más allá de los goles y el liderato. El partido supuso el destape de Antonio Blanco con el primer equipo. Una de las grandes joyas que tiene el club en su fábrica, destacó en su primer encuentro como titular bajo las órdenes de Zidane, aunque por su desparpajo cualquiera lo diría. Una de las piezas claves del Castilla demostró que está preparado para dar el salto y que, en este final de temporada, puede ser un recurso a tener en cuenta.
Zidane estaba obligado a hacer un once de circunstancias en el que carecía de hombres para el centro del campo. Únicamente Casemiro e Isco eran los jugadores de la primera plantilla que estaban disponibles para ocupar la medular, ante las bajas de Kroos, Modric y Valverde. Sin embargo, el técnico apostó por dar entrada a Blanco, que formó en el doble pivote junto al brasileño. Y cumplió con nota en su estreno de inicio.
El mediocentro aguantó todo el partido sobre el césped y dejó grandes detalles de su calidad. Acostumbrado a ser la manija del equipo de Raúl, no se asustó en un escenario mayor, rodeado de jugadores de renombre. En lugar de escudarse en Casemiro, quiso llevar la voz cantante en el centro del campo y respondió de la mejor manera a la confianza que le dio Zidane.
Blanco mostró una seguridad y solidez impropia para ser su segundo partido con los mayores. El futbolista del filial apenas tuvo la oportunidad de destacar ante el Getafe, sin embargo contra el Cádiz se creció y dio una lección a la hora de distribuir el balón, convirtiéndose en el dueño y señor del centro del campo madridista.
Bien colocado siempre, el canterano desplegó una gran versión de su fútbol sobre el césped del Carranza, organizando el juego del conjunto madridista, dándole fluidez y presionando insistentemente. Su actuación dejó unos números más que notables, con un 93% de acierto en el pase, con 55 pases completados, dos despejes, tres intercepciones y dos recuperaciones.
Zidane, contento con su actuación
Antonio Blanco es uno de los jugadores del Castilla a los que mejor conoce Zidane. Las constantes lesiones y ausencias que han sufrido los madridistas este curso, le han llevado a entrenarse habitualmente con el primer equipo. De hecho, las bajas le han llevado a entrar en la convocatoria en ocho ocasiones, aunque no ha sido hasta las dos últimas cuando ha tenido la oportunidad de disfrutar de minutos.
Contra el Getafe tuvo 26 minutos en el empate a cero de los madridistas. No era el partido más adecuado para que mostrase sus mejores habilidades, debido a que los blancos llegaban con un equipo muy mermado y a que entró en el tramo final, en el que el balón estuvo poco tiempo en juego. Sin embargo, contra el Cádiz le llegaría la oportunidad de disputar todo el partido desde el comienzo y las sensaciones fueron bien distintas.
Con tiempo por delante, Blanco demostró que la presión que requiere la elástica del Real Madrid sabe llevarla. Con la Liga en juego, los madridistas estaban obligados a ganar y Zidane se guardaba bajo la manga la entrada de la perla de la cantera para suplir las importantes bajas en el centro del campo. Después del encuentro, el entrenador quiso destacar la actuación del joven futbolista y señaló estar «muy contento» con los minutos de calidad que jugó.
Una garantía en la rotación
La actuación de Antonio Blanco con el primer equipo le lleva a ganar enteros para continuar dentro de los planes del técnico y convertirse en un jugador importante en la rotación. Con Modric y Kroos tocados, con Valverde con coronavirus y con Casemiro cargado de minutos, Blanco se presenta como una opción de garantías para Zidane a la hora de rotar en el centro del campo durante los últimos partidos de la temporada.
Contra el Cádiz fue la pareja de Casemiro, pero su labor como pivote permitía al brasileño estar más liberado y sumarse con asiduidad al ataque, una faceta en la que esta temporada se le está viendo más participativo. Por ello, una vez regresen los indiscutibles, puede seguir teniendo su oportunidad para dar refresco al canarinho, jugando por detrás de Modric y Kroos.
Guía del Castilla
Pese a ser su primer partido como titular con el primer equipo, la labor del mediocentro del Real Madrid Castilla no sorprende. La pasada campaña ya cuajó grandes actuaciones bajo el mando de Raúl en la Youth League, que terminó ganando el juvenil madridista, pero es en esta en la que se ha confirmado como una de las grandes promesas de la cantera.
Blanco se ha convertido en una de las claves del éxito del segundo equipo del Real Madrid. La temporada no les está pudiendo ir mejor a los chicos de Raúl, que se encuentran peleando por el ascenso a Segunda división Su fútbol es el que guía al Castilla hacia la categoría de plata, una vez que el filial se ha asegurado ya su presencia la próxima temporada en la nueva división intermedia, la Primera RFEF.
