El enfado del Real Madrid es monumental. En Concha Espina ya se temían que con Hernández Hernández como colegiado y De Burgos Bengoetxea a los mandos del VAR podría ocurrir cualquier cosa en el Camp Nou, y lo que pasó es que no señalaron dos penaltis clamorosos sobre Varane en la primera parte. El árbitro no los vio o no consideró que fueran acciones suficientes para pitar pena máxima, pero todavía más grave es que desde la sala del videoarbitraje ni le mandaran revisar ambas jugadas para que fuera el canario quien decidiera sobre las acciones.
Hasta Emilio Butragueño, siempre prudente, explotó tras el Clásico por las «dos jugadas clarísimas». En el Real Madrid no entienden cómo el VAR no entró en esas acciones, como tampoco lo hizo en otras durante esta campaña, decisiones que han birlado al Real Madrid siete puntos en lo que llevamos de temporada en la Liga Santander.
-2 en el Clásico
Empezando por lo de este miércoles, el conjunto blanco hubiera sumado dos puntos más (tres) si hubiera marcado al menos uno de los dos penaltis que se debieron señalar a su favor, uno por un plantillazo de Lenglet a Varane en el interior del área y otro por un agarrón de Rakitic que ni el croata pudo negar.
-2 ante el Villarreal
En la tercera jornada, el Real Madrid empató a dos en el Estadio de la Cerámica, encuentro en el que Gil Manzano no pitó otro claro penalti, esta vez de Albiol a Vinicius Además, el VAR volvió a no avisar al árbitro sobre una acción que podía haber cambiado el signo del partido.
-2 en el Bernabéu contra el Betis
Otro de los empates del Real Madrid en lo que llevamos de curso fue contra el Betis en el Santiago Bernabéu. El duelo acabó en gafas (0-0), pero los de Zidane pudieron llevarse los tres puntos en el caso de que Sánchez Martínez hubiera señalado un claro penalti de Feddal a diez minutos de la conclusión. El central marroquí desvió con la mano un pase de Benzema cuando más apretaba el Madrid, pero el colegiado no pitó la pena máxima y el VAR volvió a callar.
-1 en Son Moix
La derrota ante el Mallorca fue un punto de inflexión para el Real Madrid esta campaña. Ese duro traspiés hizo reaccionar al equipo, que en cualquier caso pudo haber rascado un empate en el estadio bermellón si Alberola Rojas hubiera decretado penalti en el minuto 86 cuando Salva Sevilla agarró con persistencia dentro del área a Brahim. No había dudas de la jugada, que pudo verse desde cualquier punto del campo, pero el colegiado no señaló nada y el VAR tampoco la revisó… 
