Karim Benzema vuelve a las andadas. Nadie puede negar al delantero francés que tras la salida de Cristiano Ronaldo diera un paso adelante y se echara el Real Madrid a sus espaldas, pero el galo no pasa ahora por su mejor momento y el conjunto blanco se resiente demasiado cuando no está fino y acertado de cara a puerta, como se pudo comprobar este miércoles ante el Manchester City.
El francés, recientemente renovado hasta 2022, sólo ha marcado dos goles en los últimos 13 partidos del Real Madrid. En uno de los tramos más importantes de la temporada, su aportación se ha reducido de manera considerable, y el problema es que en la disciplina blanca no hay otros jugadores en su posición capaces de dar un paso adelante. Jovic no está ofreciendo el nivel esperado y Mariano Díaz no cuenta, mientras que Bale ni está ni se le espera.
Pólvora mojada
Benzema es la gran baza ofensiva del equipo dirigido por Zidane, que tiene confianza ciega en su compatriota, pero cuando el ariete galo no está acertado el Real Madrid está condenado, como se ha podido comprobar en varios partidos recientes, el último ante el Manchester City. El caso es que el equipo merengue se está jugando la temporada estas semanas, y uno de sus mayores problema es que Benzema ha vuelto a ser el de antes, esa versión irregular y poco consistente de un ariete que además tiene la pólvora mojada.
Lo único positivo para Karim es que por delante hay dos partidos trascendentales en los que puede resarcirse. El Clásico de este domingo ante el Barcelona puede ser clave en la pelea por la Liga, y después llegará la vuelta de octavos de final de la Champions ante el City en el Etihad (17 de marzo). 180 minutos que pueden servir a Benzema para volver a liderar al Real Madrid o para ser un señalado más en el conjunto blanco, que se juega la temporada en menos de un mes.
