Evasión o victoria. Puerta grande o enfermería. Una final en octubre. Se puede calificar como cada uno prefiera, pero lo que es evidente es que el partido que tendrá que disputar el Real Madrid en el Borussia Park ante el Mönchengladbach es mucho más que un simple encuentro de la segunda jornada de la fase de grupos de la Champions. La derrota ante el Shakhtar en el estadio Alfredo di Stéfano pone a los blancos contra las cuerdas, lo que les obliga a ganar o, como mínimo, a no perder en Alemania.
El Real Madrid llega a este encuentro tras vivir una semana de montaña rusa. Primero, todo empezaba a torcerse perdiendo en Valdebebas ante el Cádiz. El segundo batacazo llegaba días después, también en el Di Stéfano, cayendo ante un conjunto ucraniano que llegó a la capital de España muy mermado. Todo iba mal y el Clásico estaba en el horizonte, pero entonces Zidane y los suyos llegaron a Barcelona, tiraron de orgullo y vencieron a los azulgranas con contundencia para obtener una importante dosis de confianza antes de este encuentro, que en el vestuario nadie esconde que es una final.
Para este encuentro, Zidane aparcará sus rotaciones y apostará por un equipo mucho más reconocible. Las dudas son mínimas en el once. Y es que, en el lateral derecho debería estar Lucas Vázquez, que jugó muy bien en el Camp Nou cuando tuvo que sustituir a Nacho, lesionado muscularmente, mientras que en el centro el francés podría apostar por cuatro hombres, reforzando una zona del campo que los blancos quieren dominar.
El que no va a jugar, por lo menos no lo hará de inicio, es Eden Hazard. A pesar de que Zidane ha confirmado en rueda de prensa que si está es porque está bien, no será titular y parece complicado que pueda jugar algún minuto, aunque lo que es seguro es que la presencia del belga es una grandísima noticia para el Real Madrid, ya que cada vez está más cerca de volver a ser importante.
Velocidad y peligro
El Borussia Mönchengladbach es un equipo a tener en cuenta y que ya en la Bundesliga ha sido capaz de crear problemas al ahora todopoderoso Bayern, el mejor equipo del mundo según el propio Kroos. El conjunto de Marco Rose es atrevido y seguramente saldrá a presionar a los de Zidane para incomodarles y luego sorprenderles con su velocidad.
El equipo germano ya fue capaz de empatar en la primera jornada al Inter en Milán, confirmando que quiere ser uno de los equipos a dar la sorpresa en el grupo. Además, en la Bundesliga marcha quinto. La pasada jornada, con rotaciones, se impuso 2-3 a domicilio al Mainz en un partido en el que destacaron Hofmann y el veterano Stindl, dos de sus piezas claves de un Borussia con calidad en el medio (Neuhaus y Kramer).
