Brahim Díaz logró este fin de semana su primer gol como rossonero. Era su segundo partido en las filas del Milan, el primero como titular, y el malagueño no defraudó. El madridista respondió bien a la confianza de Stefano Pioli que le daba un hueco en la alineación titular tras unas semanas con mucho partido por San Siro.
El menudo extremo partía como titular por la izquierda en el Ezio Scida ante el Crotone de Stroppa. Jugó prácticamente todo el partido Brahim, que fue uno de los últimos cambios, sustituido en el 83′, y que fue una de las mayores amenazas que presentó este domingo el Milan al sur de Italia, en la suela de la bota. El malagueño percutió por el perfil zurdo pero se movió por todo el frente de ataque apareciendo mucho por dentro y dejando espacio a las subidas de Theo Hernández. Ambos se entendieron y se asociaron bien, conexión española.
El gol de Brahim llegó en un momento clave. Klassié adelantó de penalti a los rossoneros justo antes del descanso y fue tras el paso por vestuarios, con la moral aún arriba, cuando el Milan dio el segundo golpe. Un robo de balón en campo contrario llevó hasta el malagueño al área pequeña. Estaba en el lugar preciso en el momento justo. Una mala finalización de un compañero le deja la pelota placentera a dos metros de la portería, cuerpea con su par y solo tiene que empujarla ante Cordaz, el meta de los locales.
En el Madrid aplauden la actuación del extremo, a préstamo durante esta temporada en Milán. El club no incluyó ninguna opción de compra en su cesión y tendrá que volver sí o sí a la capital española la próxima temporada. En las oficinas blancas están encantados con que juegue para los rossoneros, que progrese y siga creciendo. El tiempo dirá cuál es su destino y si tiene sitio en un futuro en el Santiago Bernabéu. Lo que es seguro es que se revalorizará.
