Carlo Ancelotti tiene muchos deberes por delante tras confirmarse que será el nuevo entrenador del Real Madrid para las tres próximas temporadas. El italiano tiene que acometer una pequeña revolución, decidir que jugadores quiere o no que continúen y, como principal prioridad, acometer la renovación de Sergio Ramos. El contrato del capitán finaliza el próximo 30 de junio, por lo que esta situación se debe resolver para bien o para mal en las próximas semanas.
Sergio Ramos fue muy importante para Carlo Ancelotti en su primera etapa como entrenador del Real Madrid. La figura del defensa, que en ese momento todavía no era primer capitán y el brazalete lo lucía Iker Casillas, fue capital para el italiano. No sólo por su gol en Lisboa, que salvó la cabeza del entrenador y dio la Décima a los blancos, sino por todo lo que significó tanto dentro del campo como fuera de él. No obstante, la situación en estos momentos es muy complicada.
El Real Madrid y Sergio Ramos están lejos de acercar posturas. Ancelotti estaría encantado de que el andaluz continuase formando parte de su plantilla, pero fuentes cercanas al club no ven fácil el acuerdo. No obstante, antes de que finalice el contrato se espera una última intentona, aunque ninguna de las dos partes ven sencillo que se pueda llegar a un entendimiento para ampliar el contrato.
Esta reunión, de producirse, será entre Sergio Ramos y Florentino Pérez. Sólo capitán y presidente pueden desbloquear una situación que se ha ido enquistando con el paso de los meses. No obstante, el nuevo entrenador del Real Madrid tiene entre sus planes reunirse con el jugador, aunque la resolución definitiva se conocerá después del encuentro que mantendrán el máximo mandatario y el defensa.
Una charla pendiente
Durante su primera rueda de prensa como entrenador del Real Madrid, Ancelotti fue preguntado por Sergio Ramos, sobre el que no se mojó en torno a su continuidad, pero sí aseguró que hablará con el jugador en los próximos días. «Es un jugador muy importante para todos los éxitos que ha tenido el club. No conozco los detalles, pero vamos a hablar con el jugador. Cuando conozca los detalles, podremos hablar más», afirmó.
El nuevo entrenador madridista reconoció que tiene que hablar con los directivos del club sobre la situación del capitán, algo que no ha podido hacer todavía debido a la velocidad a la que se ha gestado su regreso a la entidad. «Lo que sé es que el Real Madrid, sea lo que sea, va a competir con la mejor plantilla posible. Sobre Sergio Ramos he llegado ahora, tengo que hablar con el club y lo vamos a hacer en los próximos días. Yo no me imaginaba un Madrid sin Ancelotti y pasó. El regreso ha sido muy rápido. No he tenido mucho tiempo. Me gusta volver a trabajar con algunos de los ex jugadores y Ramos es uno de ellos, pero del futuro hablaremos en los próximos días», añadió.
Otros deberes de Ancelotti
Ancelotti tendrá menos problemas con Luka Modric y Lucas Vázquez. Ambos han ampliado su contrato con el Real Madrid. Ancelotti conoce a la perfección al croata, mientras que el gallego, que no ha coincidido con el italiano, se ha ganado a pulso la ampliación con su gran temporada.
Por otro lado, Ancelotti tendrá que decidir qué hacer con los cedidos, empezando por Gareth Bale. El galés fue fundamental en la primera etapa de Ancelotti y la próxima temporada regresará al Real Madrid tras un año cedido en el Tottenham. Su situación con el transalpino como técnico cambia notablemente. También tendrá que tomar una decisión respecto a jugadores como Ödegaard, Ceballos, Jovic o Brahim.
Por último, deberá tomar decisiones en el apartado de salidas y llegadas. El Real Madrid ya ha fichado a Alaba y la idea del club es reforzarse con jugadores de la cantera como Antonio Blanco y Miguel Gutiérrez y pocas incorporaciones más. Por otro lado, Ancelotti deberá decidir qué quiere hacer con Isco y Marcelo. El club es partidario de que salgan y lo normal es que el italiano lo apoye. Por último, Carlo también tratará de convencer a Varane, que se quiere marchar y la entidad no lo vería con malos ojos, aunque la situación ahora es otra.
