La seguridad del Clásico continúa siendo una de las principales preocupaciones cuando resta menos de una semana para que Barcelona y Real Madrid salten al césped del Camp Nou. Fuentes de los Mossos d’Esquadra y de la Policía Nacional han informado a OKDIARIO que tienen el conocimiento de que entre 5.000 y 6.000 entradas han llegado a las manos de los radicales, conocidos como los CDR, lo que afianza su temor de que traten de saltar al terreno de juego durante la disputa del encuentro con la intención alterar la celebración normal del encuentro.
OKDIARIO ya desveló que para garantizar el orden y evitar que los radicales traten de boicotear el encuentro dentro del estadio se ha previsto un dispositivo de más de 800 agentes infiltrados de paisano durante la disputa del duelo en el Camp Nou. Los agentes de la ley se situarán en las primeras filas del recinto culé con la misión de evitar una invasión de campo, el mayor anhelo de los independentistas para difundir su mensaje. La seguridad corre a cargo del Barcelona y de la Liga, pero contarán con este refuerzo especial para la delicada ocasión.
La coordinación entre Mossos d’Esquadra, Policía Nacional y Guardia Civil está siendo más que correcta y trabajarán de la mano para tratar que el mayor enfrentamiento futbolístico del planeta se pueda disputar con la mayor normalidad posible. Las fuerzas de seguridad están convencidas de que fuera del estadio tendrán todo bajo control y tanto Barcelona, que tiene pensando concentrarse dentro de la instalación para evitar cualquier problema, como Real Madrid llegarán sin mayores problemas al estadio, por lo que el riesgo está dentro, donde reforzarán la seguridad todo lo posible.
El Tsunami separatista ha programado una serie de actos y eventos con el objetivo de impedir de todas las maneras posibles que el partido se juegue con normalidad. Desde que los hombres de Zidane aterricen en el aeropuerto del Prat sobre las 12:30 horas del miércoles se vivirán los momentos más calientes de la jornada.
El Real Madrid se encuentra a la espera de acontecimientos. La versión oficial del club sigue siendo que se lo toman “como un partido más”, aunque la preocupación existe y el malestar por verse involucrado en una guerra que no va con ellos es notable. Por otro lado, el Barcelona, a través de Bartomeu, su presidente, aseguró que «el clásico se jugará y no se aplazará». «El Camp Nou es un espacio de libre expresión. Quiero mandar un mensaje de normalidad. Que vengan todos con tranquilidad y que gane la deportividad. Que el clásico sea una fiesta del deporte y del civismo», añadió.
