El Real Madrid ha encontrado una nueva ilusión en el ataque. La pareja de baile que forman Eden Hazard y Karim Benzema apunta a dar muchas alegrías al conjunto blanco -si todo va bien- en este tramo final de la temporada. El belga y el francés se entienden a la perfección y, en apenas dos encuentros, ya han dejado grandes sensaciones y, lo más importante, goles.
Ante el Valencia se les pudo ver formar una conexión letal, que combina técnica, calidad, desborde y efectividad. La mejor prueba fue el gol que abrió el marcador y que allanó la victoria madridista, que les permite seguir vivos en la lucha por el título de Liga, a la espera de un pinchazo del Barcelona. Hazard recibió un balón de Ramos y, tras combinar con Modric, abrió para la entrada de Benzema, que batió a Cillessen.
Fue la máxima expresión de una sociedad que antes ya se había dejado notar. Durante la primera parte, el belga era el que iniciaba el ataque blanco y no tenía ninguna duda a la hora de encarar. Eso sí, a la que tenía la oportunidad, buscaba asociarse rápidamente con su compañero en el ataque para tratar de desmoronar la defensa che.
La misma situación se daba con el francés. Benzema buscaba en todo momento la figura del ex del Chelsea, aunque hasta el momento del primer tanto del galo, no consiguieron encontrarse. Tras el tanto, el ‘9’ madridista trató de devolverle el favor, dejándole el gol en bandeja, pero Hazard no acertó al pegarla y la mandó lejos.
Zidane dejó a un lado el tridente de ataque y apostó de inicio por una punta formada por sus dos ‘pupilos’. El técnico no ha podido tirar de la nueva dupla durante gran parte de la temporada, debido a las lesiones sufridas por el belga. Sin embargo, verles formando pareja de ataque va a convertirse en la tónica habitual en lo que queda de curso. Al segundo partido, el técnico empieza a ver los brotes de una conexión que ya ilusiona al madridismo.
