“Esto lo sacamos unidos”. El vestuario del Real Madrid sólo piensa en levantar la situación y la ventaja que ve la plantilla blanca es que por delante tiene dos partidos para demostrar que lo que pasó contra el Cádiz fue un accidente que no se puede volver a repetir, pero que no debe pasar de eso. Es cierto que la imagen fue muy preocupante, especialmente en una de las peores primeras partes que se recuerdan en la historia reciente de los blancos, pero con la Champions y el Clásico ante el Barcelona en el horizonte los jugadores son conscientes que tienen que dar un paso al frente para levantar la situación lo más rápido posible.
Los futbolistas son los primeros en reconocer que ante el Cádiz no estuvieron bien. De hecho, estuvieron bastante mal. Salvando a Courtois, el resto de los jugadores rindieron a un nivel muy pobre. Desde la defensa, donde la pareja Varane – Ramos vivió una tarde para olvidar, hasta la delantera, donde Benzema, Vinicius y Lucas no fueron capaces de generar peligro. Todo esto sin olvidarnos de un centro del campo que tampoco dio la talla. Pero el objetivo es hacer borrón y cuenta nueva y frente al Shakhtar Donetsk, en el debut en Champions, tendrán la primera oportunidad.
El vestuario se ha conjurado para comenzar con buen pie ante el conjunto ucraniano. En la caseta blanca saben que el grupo, donde también están Inter de Milán y Borussia Mönchengladbach, es muy complicado, por ello están decididos a comenzar sin distracciones desde el principio, ya que el más mínimo fallo puede costar muy caro.
Todo esto sin perder de vista el Clásico del próximo sábado. Un duelo que nunca deja indiferente y donde ambos equipos llegan en mal momento. Si los blancos no dieron la talla ante el Cádiz, el Barcelona tampoco estuvo mejor frente al Getafe, contra el que cayó derrotado por 1-0. El Real Madrid es consciente que asaltar el Camp Nou supondría dar un golpe en el mentón a su máximo rival por la Liga y recuperar todo el crédito perdido.
Salvar a Zidane
El tercer aliciente de los jugadores es salvar a un Zidane que se está llevando un gran número de críticas. Alguna justificada, otra menos, pero la realidad es que el galo apostó por un once donde dio la oportunidad a los jugadores que habían estado trabajando en Valdebebas durante todo el parón de selecciones. Recuperar su nivel y dar la talla se lo deben a un entrenador con el que están a muerte.
En definitiva, el batacazo ante el Cádiz no tiene excusas, pero este apretado calendario en el que viven los blancos permite olvidar rápido y pensar en nuevos partidos donde tendrán la oportunidad de resarcirse. Más si cabe, cuando a la vuelta de la esquina está la Champions y el Clásico.
