Tres manos salvadoras de Courtois convirtieron al belga en San Thibaut en el Clásico. El portero del Real Madrid fue, posiblemente, el mejor jugador del equipo de Zidane o al menos el más decisivo, especialmente en la primera mitad cuando sostuvo a su equipo en los momentos de mayor dificultad.
Es la primera vez en 45 años que el Real Madrid no encaja goles en ninguno de los dos Clásicos de Liga y también la primera en 14 años que el Barcelona no marca en el Bernabéu. Y fue por San Thibaut Courtois. Poco después de la media hora de juego el extraordinario portero belga sacó un mano a mano imposible a Arthur que bien podría haber sido el 0-1.
A los pocos minutos repitió acción decisiva ante Messi, aunque esta vez el tiro del argentino quedó algo centrado porque iba muy exigido por la presencia de Varane en la carrera. Sin embargo, Courtois metió una buena mano para rechazar el disparo de Messi y conjurar el peligro. Fueron momentos en los que el Bernabéu contuvo la respiración y el portero del Real Madrid se agigantó.
También en la segunda mitad, todavía con 0-0, de nuevo Courtois tuvo que aparecer para salvar un mano a mano ante Braithwaite, que acababa de saltar al campo. Fue la acción que prologó el tanto de Vinicius que ponía por delante al Real Madrid. Pero si hubo un jugador que marcó las diferencias en el Clásico ese fue sin duda Courtois.
