El Real Madrid sufrió una dolorosa derrota ante el Shakhtar en la Champions, que complica su clasificación para octavos de final. Los blancos siguen dependiendo de sí mismos para estar en la siguiente ronda, gracias a la victoria del Inter frente al Borussia Mönchengladbach. Pese al mal partido, Zidane ha decidido no cambiar el plan previsto inicialmente y dar el día libre a la plantilla, tal y como estaba marcado en la agenda.
El equipo no trabajara este miércoles en Valdebebas y regresará a los entrenamientos el jueves, pensando en preparar el choque del sábado ante el Sevilla de Julen Lopetegui. Esta decisión no gusta mucho en las altas esferas del club blanco, que ya estarían barajando nombres de candidatos para sustituir a Zidane en caso de que el Madrid no consiga ganar al Gladbach en Valdebebas, y se queden fuera de los octavos de final.
Las decisiones de Zidane empiezan a estar en el ojo del huracán, como el hecho de dar el día libre a la plantilla tras la debacle en Kiev, que habría sido mucho peor si el Inter no les hubiese hecho un favor ganando en Alemania. El técnico francés está más cuestionado que nunca y ahora vienen tres partidos vitales que marcaran su futuro. El primero de todos es este finde frente al Sevilla en el Ramón Sánchez Pizjuán, en busca de remontar un poco el vuelo en la competición liguera.
El Madrid atraviesa por un mal momento. Tras las dos victorias consecutivas frente al Inter en la Liga de Campeones, habían conseguido darle la vuelta a una situación que se ponía muy cuesta arriba con las dos primeras derrotas ante Shakhtar y Borussia. Dependían de sí mismos para estar en octavos y una victoria les daba el pase matemático a octavos de final, pero el equipo ha vuelto a las andadas y ahora mismo es tercero de grupo.
Desde primeros hasta últimos
Para clasificarse necesitan ganar en la última jornada al conjunto alemán, si lo hacen estarán en la siguiente ronda. Los tres puntos, unidos a una derrota del Shakhtar ante el Inter, permitirían a los blancos pasar como primeros de grupo. Sin embargo, la derrota podría relegarles hasta la última posición del grupo B en caso de que los italianos logren el triunfo en la última jornada de la fase de grupos.
El Madrid se ha metido en un lío tras la debacle en Kiev. Pese a que siguen dependiendo de sí mismos para estar en octavos, no cuajaron un buen partido y se han vuelto a complicar la vida en su competición fetiche. Sorprende que Zidane no modifique el plan previsto y de el día libre a la plantilla, a tres días de otro partido importante como el del Sevilla, teniendo en cuenta que en Liga tampoco se encuentran en su mejor momento.
Dos finales para Zidane
Tras la visita al Pizjuán viene la final en Champions frente al Gladbach, actual líder del grupo. Justo después reciben al Atlético de Madrid en Valdebebas, el próximo sábado 12 de diciembre a las 21 horas. Tres partidos que son tres finales para el Real Madrid, pero especialmente los dos primeros. Si pierden en Sevilla y en Champions, Zidane podría no sentarse en el banquillo del Di Stéfano en el derbi contra el conjunto colchonero.
La mala racha de resultados en Liga ha provocado que el equipo pierda la comba del liderato, y se queden a siete del líder, la Real Sociedad, y a seis del Atleti que tiene un partido menos. De ahí que el choque frente a los de Simeone coja mayor importancia, porque de sufrir una nueva derrota verían ampliada su distancia respecto a un rival directo en la pelea por el título de Liga.
De momento, el equipo no trabajará este miércoles y volverá el jueves a los entrenamientos. Así lo había dispuesto Zidane, y así se ha quedado pese a la dura derrota europea ante el combinado ucraniano. Este equipo está curtido en mil batallas, y acostumbrado a jugar finales y ganarlas como así demuestran sus 13 Copas de Europa. La baja de Sergio Ramos ha hecho mucho daño a la plantilla, así como la de Eden Hazard que venía jugando a un altísimo nivel, sin embargo el camero podría reaparecer en los próximos encuentros para ayudar al equipo a darle la vuelta a una situación que se ha complicado considerablemente, tanto en Liga como en Champions y que ha dejado la continuidad del técnico francés en el alambre.
