Una de las grandes sorpresas que hubo tras el anuncio por parte de los nuevos límites salariales de la Liga, incluso para el que les escribe, que suele dedicar bastante tiempo a estos temas, fue descubrir cómo el límite salarial del Real Madrid se alzaba a los 739 millones de euros, mientras el del Barça y Atleti eran de 97 y 171 millones de euros respectivamente. Una diferencia abismal entre los tres clubes llamados a pelear la Liga española cada año.
En el caso del Madrid se trata de un récord absoluto para la entidad de Concha Espina. A pesar de las evidentes dificultades económicas derivadas de la pandemia, el Real Madrid ha sabido ajustarse el cinturón y rematar los dos últimos ejercicios con un pequeño superávit. La normativa referente al control financiero de la Liga establece un premio para aquellos clubes cuya buena gestión le permite acumular beneficios año tras año. En el caso del Madrid, su patrimonio neto supera los 500 millones de euros y por eso la Liga le concede un límite salarial extra de casi 300 millones de euros. Este extra el Madrid lo podrá consumir cuando quiera y de hecho este mismo verano podría haberse utilizado en parte para hacer viable la inscripción de Mbappé.
Como todo el mundo sabe, el Real Madrid hizo lo posible e imposible por tratar de adelantar la llegada del astro francés. La apuesta económica fue muy importante porque el club madridista estaba en disposición de poder hacer ese desembolso histórico. El plan no funcionó porque la reglas por las que se rige el PSG no son de este mundo, pero la negativa parisina puede suponer la llegada de Mbappé de manera libre y sólo teniendo que asumir el Madrid la prima de fichaje. Este ahorro le otorgará todavía más espacio y presupuesto para acometer el fichaje de Haaland. Por el noruego habrá una verdadera subasta, pero de nuevo el condicionante económico seguramente no será lo que descabalgue al Real Madrid. El conjunto blanco no hará locuras que pongan en cuestión la estabilidad presupuestaria, pero podrá ir a la pelea bien equipado.
Lo cierto es que todo conspira en favor de poder ver un 2022 muy feliz en Chamarín. Mbappé, si sigue sin renovar, y Haaland estarán el mercado y el Madrid podrá liberar varias fichas muy importantes que ya no sostienen tanto desembolso por su rendimiento deportivo. Bale, Isco, Marcelo y Modric acabarán contrato y sólo el croata parece con posibilidades reales de seguir.
La responsabilidad y paciencia del Real Madrid en los últimos mercados puede adquirir en 2022 más sentido que nunca. Los que apreciamos la estabilidad y viabilidad del club ya valorábamos su contención frente a unos focos mediáticos y muchos aficionados que le piden más cromos, pero si en 2022 salen con éxito los planes del club, hasta el aficionado más crítico deberá reconocer que la espera mereció la pena. Lógicamente todo tiene su posible contrapartida. Si no llega ningún crack y la temporada no va bien, arreciarán las críticas de muchos. Yo sigo siendo optimista. Los números y la experiencia así lo dictan.
