Eder Militao está ante su gran oportunidad de demostrar que no le queda grande la posición de central en el Real Madrid. La lesión de Sergio Ramos le abre la puerta de la titularidad ante el Villarreal y el Inter de Milán, como mínimo, dos encuentros donde los blancos se juegan su futuro en la Liga y en la Champions. Especialmente importante es el partido que se celebrará el próximo miércoles en Italia.
El brasileño, que ya ha superado el coronavirus, está muy motivado y con la idea clara de volver a demostrar su mejor nivel, ese que llevó al Real Madrid a lanzarse a por su fichaje pagando 50 millones de euros al Oporto para convertirle en el central más caro de la historia del conjunto blanco. Palabras mayores. En su primera temporada fue de menos a más, aunque nunca llegó a brillar, mientras que en este curso ha jugado en tres partidos, dos de ellos como titular, en los que no ha marcado la diferencia, aunque tampoco a desentonado. Por ello, ahora quiere cambiar su historia como jugador madridista.
Militao le transmite a sus más allegados que ha llegado el momento de demostrar que está preparado para ser importante en el club de las 13 de Copas de Europas. Y para ello, se inspira en el encuentro que jugó ante el Athletic la pasada temporada en San Mamés. Después del confinamiento, el central firmó su mejor actuación como jugador blanco ante el conjunto vasco. Después, también fue titular frente al Manchester City, donde dio la cara a pesar de las dificultades.
Vivir sin Ramos
Los mejores momentos de Militao han coincidido cuando ha formado pareja junto a Sergio Ramos, justo lo que no sucederá ante el Villarreal. El capitán es baja y el brasileño formará dupla con Varane siempre que supere las molestias que sufrió en el último compromiso de la selección francesa. Ambos se deberán entender para que el Real Madrid no se desangre por el centro en dos partidos muy complicados como son los que tendrá que jugar ante los amarillos y frente al Inter.
Militao, que es un jugador muy exigente consigo mismo y es el primero en reconocer que todavía no ha mostrado su mejor nivel en el Real Madrid, sabe que el equipo le necesita y él quiere estar a la altura de la camiseta. Los de Zidane afrontan el primer tramo complicado de la temporada sin su capitán, su alma, en el campo, pero Eder tratará de suplir el vacío que deja con una calidad que ya demostró en el Oporto y que trabaja para que vuelva a salir.
