Era uno de los principales atractivos del retorno de la Bundesliga. El fútbol volvía en esta nueva normalidad, que es de todo menos normal, y Erling Braut Haaland iba a acaparar todas las miradas en el encuentro que midió a Borussia Dortmund y Schalke 04. El noruego es uno de los delanteros de moda, grandes clubes no le pierden de vista, entre los que se encuentra el Real Madrid, y él sigue demostrando que tiene una facilidad increíble para hacer goles.
En el retorno, Haaland no tardó en confirmar por qué ha emergido con fuerza en el escaparate futbolístico continental. No se había cumplido el minuto 5 de partido cuando recibió una pelota que le permitió correr y, tirando de potencia, hizo saltar por los aires a la zaga rival. Cerca estuvo de encontrar el premio. El noruego estaba tremendamente participativo. Pedía el balón siempre que podía y sus compañeros le buscaban, sabedores de que en sus botas hay mucha pólvora.
Haaland no duda cuando tiene la oportunidad de armar el disparo. Lo hizo tras un córner, cuando estrelló un balón suelto en el área en el lateral de la red, y lo repitió antes de la media hora de partido, tras definir al primer toque una excelente asistencia de Thorgan Hazard, haciendo el primer gol de esta nueva normalidad en el fútbol. Por cierto, un tanto que celebró junto a sus compañeros respetando el distanciamiento.
Antes del descanso, el Dortmund demostró su superioridad haciendo el segundo tanto del encuentro. Una diana que comenzó con una presión llena de fe del nórdico que provocó un despeje de Schubert con poco atino, ya que el balón acabó en un rival, volvió a su entorno y terminó besando las redes del Schalke.
Siempre presente
Tras el paso por los vestuarios Haaland continuó con su recital. De sus botas nació el tercer gol del Dortmund, un tanto que convirtió Hazard, y asistió como si de un mediapunta se tratase a Guerreiro para poner el 4-0 en el luminoso desangelado del Signal Iduna Park.
Haaland terminó un partido donde dejó claro que está listo para lo que el futuro le depare. Los ojeadores del Real Madrid, que desde sus hogares no le perdieron de vista, pueden estar muy satisfechos con la actuación de un futbolista al que se le caen los goles y, cuando no los mete él, participa activamente para que sus compañeros los consigan.
El gran deseado
Haaland es el deseado. El Real Madrid le tiene entre sus favoritos para reforzar la delantera de cara a la próxima temporada. En un verano complicado, donde no se sabe ni cuándo ni cómo será el mercado, ni siquiera está confirmado que haya transferencias de jugadores entre los meses de julio y agosto, la entidad madridista sabe que podrá fichar poco y lo tendrá hacer bien. Y, visto lo visto, el delantero noruego parece una opción segura.
En cuanto a su posible operación, en el Madrid tienen claro una premisa: no se volverán locos. Ni pueden y, sobre todo, ni deben. El jugador y sus aptitudes gustan mucho en la cúpula, pero en el club se fija un tope económico en su operación en estos momentos: 90 millones. El Dortmund le fichó este enero por una cifra que supera los 20 kilos, una cuantía que rentabilizará con seguridad muy pronto. De hecho, no se descarta incluir a algún jugador en la operación por el delantero para disminuir el impacto económico que podría suponer dadas las inusuales circunstancias derivadas del Covid-19.
