Eden Hazard entrena con el grupo desde el 30 de enero, pero aún no ha entrado ni siquiera en ninguna convocatoria tras su lesión. Los plazos se han ido demorando continuamente: primero intentaría llegar al Clásico, luego a la Supercopa, después al derbi y ahora a la Champions. Pese a que Zidane quiere contar con él para la ida de octavos ante el Manchester City, el tiempo se agota y será difícil que lo haga con ritmo competitivo.
El miércoles 26 de febrero Pep Guardiola vuelve al Bernabéu y hasta entonces el Madrid solo tiene dos compromisos ligueros. Este domingo el Celta visita Chamartín y el siguiente sábado los blancos van a Valencia para jugar ante el Levante. Tras más de dos meses de inactividad, todos los jugadores han de recobrar su forma competitiva poco a poco, pero más aún en el caso del belga. Su especial constitución física hace que necesite más tiempo y más minutos de juego para ponerse a tope.
Preocupa que tras diez días de entrenamientos Zidane no le haya visto capaz de ni siquiera comenzar desde el banquillo. El primer paso al volver son unos minutos en alguna segunda parte pero el francés no le vio preparado para ello ni contra la Real en Copa ni ante Osasuna en Pamplona. El encuentro del domingo determinará si deja atrás su lesión de una vez o si continúa con su lenta puesta en forma y su participación en óptimas condiciones ante el City será casi imposible.
Zinedine Zidane deja en manos de Grégory Dupont la preparación física de los jugadores, pero la eliminación en Copa apenas deja margen para que Hazard adquiera la forma competitiva. El encuentro del City será uno de los más importantes de la temporada y también de los más exigentes a nivel físico y mental, por lo que tiene que estar a tope para participar. Sin embargo, el Barça está a tres puntos en liga y tampoco puede dar concesiones al rival con jugadores fuera de forma. Solo dará minutos al belga cuando realmente esté mejor que sus compañeros. Si Zidane no considera que sea así ante el Celta, será muy difícil que juegue en Champions.
