Eden Hazard no es uno de esos jugadores que se esconde. Como con su fútbol, va de frente, encara y dispara. Cuando se pone delante de una periodista y comienza a hablar actúa igual y, a diferencia de lo que acostumbra sobre el césped, no amaga. El belga reconoció en una extensa entrevista en L’Equipe que cuando llegó al equipo blanco este verano «pesaba 80 kilos».
«Es verdad. No lo esconderé. Cuando estoy de vacaciones, estoy de vacaciones. De lo contrario, nunca tendría vacaciones. Soy un tipo de persona que coge peso rápido y luego lo pierde también rápido. Cuando tenía 18 años, en el Lille, pesaba 72 ó 73 kilos. Después, al aumentar la masa muscular, llegué a los 75 kilos. Un mal día peso 77, pero este verano pesaba 80 kilos. Lo perdí todo en diez días», contaba cuestionado por su sobrepeso el 7 blanco, al que le costó arrancar pero que ya vuela en el Santiago Bernabéu y con Bélgica.
De hecho, sus primeros meses como merengue no fluyeron como él deseaba, algo que le frustró en un primer momento. «Los primeros dos o tres meses en el Real Madrid no fueron como yo quería. Y Zidane me dijo que mantuviera la calma. ‘Sé feliz’, repetía. Él va directo al grano. Ama a sus jugadores. Sientes que el grupo está feliz de que él sea el entrenador. Incluso los que no juegan. Aquí es donde ves que él entiende lo que sienten los jugadores, porque él lo ha sido», explicaba, aunque ahora es otro cantar: «Estoy satisfecho con el último mes. Lo único que está mal son las estadísticas».
«De niños, íbamos al parque y, con mis hermanos, intentábamos hacer lo mismo que Zidane», recordaba Hazard, que también desvela cómo fue su primer contacto con su actual entrenador: «La primera vez que hablé con él fue en la Eurocopa de Francia en 2016. Él dijo: ‘Sería bueno que vinieras’. Cuando Zidane te llama, ¡es serio! ‘Te veremos algún día si vienes a Madrid’, me dijo. Y eso se quedó en mi cabeza».
Su fichaje por el Madrid
Eden Hazard tenía claro que jugaría en el Real Madrid, de hecho, en la entrevista reconoce que «podría haber firmado antes» con los blancos, pero tenía en mente otro camino (dónde no aparecía el PSG): «Cuando estaba en el Lille, ya existía esa posibilidad. Pero quería probar Inglaterra. Era más fácil que España. Sólo tenía 21 años. Los contactos comenzaron hace dos o tres años cuando me lesioné con la selección. Después del Mundial 2018, quería venir. Pero el Chelsea dijo que no. Y yo tampoco quería dejar al Chelsea de mala forma. Siempre he estado bien con todos mis clubes».
«Jugar en el Real Madrid era un sueño. De pequeño siempre era el club que apoyaba. Zidane era mi ídolo. El estadio, cuando lo veía en la televisión, era mágico. La camiseta blanca, impecable», relataba el belga, el cual siente de manera especial el club merengue: «Cuando vas al vestuario, sientes que los jugadores solo están allí para ganar. Te encuentras con los aficionados que te dicen todos los días que tienes que ganar la Champions League. Es una cultura».
