Isco Alarcón fue una de las claves de la reacción del Real Madrid en Pamplona tras empezar perdiendo ante Osasuna. El mediapunta volvió a ver puerta en Liga Santander 315 días después de su último gol, rompiendo un maleficio que le había mermado ante los críticos en fechas anteriores.
El último tanto de Isco en Liga databa del 31 de marzo de 2019, en un encuentro correspondiente a la pasada campaña en la competición doméstica, ante el descendido Huesca. Las trifulcas con Santiago Solari, que le apartó de los terrenos de juego, y su posterior letargo físico le impidieron formar parte de las alineaciones del Madrid en el segundo tramo de la pasada campaña, quedando señalado y muy cerca de su salida del conjunto merengue.
En la presente campaña, Isco inició de menos a más, poniendo su físico a punto y a partir de ahí comenzando a entrar en las alineaciones de su gran valedor, Zinedine Zidane. El paso a los cuatro –incluso cinco– centrocampistas permitió la presencia de Alarcón en el once, con una respuesta en cuanto a juego que no se hizo esperar, y que viene acompañada de los goles que anotó primero en la Supercopa de España ante el Valencia, y ahora también en Liga, resquebrajando una sequía que apuntaba a cumplir su primer aniversario.
