Nueva oportunidad pérdida para Isco Alarcón. Zinedine Zidane alineó en el once inicial por segundo partido consecutivo al malagueño, que estuvo desaparecido durante los 63 minutos que estuvo en el verde. Volvió a demostrar que no pasa precisamente por su mejor momento de forma.
Su poca influencia en el juego ofensivo del Real Madrid durante el partido se explica a partir de dos factores. En primer lugar, la lejanía en la que se encuentra Isco de su plenitud física, con la sensación de no ser capaz de realizar esos cambios de ritmo suyos tan característicos. Pero también por la presión de los Arambarri, Maksimovic y compañía, que anularon el juego de los locales en la medular.
La presión constante del Getafe incomodó mucho al centro del campo del Madrid, incapaz durante gran parte del partido de conectar con Vinicius y Benzema. Se trata de unas de las notas características del equipo de Bordalás, experto en hacer sentir al contrario incómodo en el terreno de juego. Esa incomodidad se vio en Isco, que no estuvo nada fino.
Cambiado en la segunda parte
El rendimiento de Isco no mejoró en absoluto en la segunda parte. Consciente de que apenas estaba entrando en juego, Zinedine Zidane decidió sacar del campo a Isco en el minuto 63, que dejó su lugar a Rodrygo.
De esta forma, Isco desaprovecha otra oportunidad de ganarse la titularidad en esta recta final de temporada. Su salida del campo coincidió con la reactivación del Madrid, que mejoró con la profundidad de Valverde y Rodrygo sobre el campo.
