Cuando el 4 de junio de 2019, hace escasamente un año y cuatro días, el Real Madrid anunciaba el fichaje de Luka Jovic, muy pocos podían imaginar que el delantero acumularía más escándalos fuera de los terrenos de juego que goles con la elástica madridista. La realidad del ariete serbio no es la esperada, pero es la que es. 369 días después de su firma en el Santiago Bernabéu, los líos se acumulan en un lado de la balanza, mientras los goles –2 en 24 partidos– y la continuidad –sólo 770 minutos– escasean en el otro.
Las polémicas comenzaron a finales de 2019, con el jugador ya como madridista luchando por un puesto, sin suerte, en el once de Zidane. Su selección, Serbia, le convocó para aportar en una ronda de partidos, pero ante Luxemburgo, Jovic sufrió una lesión que le liberó para volver a Madrid… donde jugaría cuatro días después ante el Levante. Ljubisa Tumbakovic tomó nota y le castigó en la siguiente convocatoria del cuadro balcánico.
Esto podría haber quedado en una mera anécdota en la que el compromiso del jugador, sobre todo con el Real Madrid, no se vería salpicado, pero con la llegada del coronavirus y la prohibición de los jugadores blancos –Trey Thompkins había dado positivo– a salir de casa y por supuesto de la ciudad o el país, se supo que Luka Jovic había abandonado España para continuar con su cuarentena en Serbia, cuarentena que se saltó días después ya en su país de origen, provocando múltiples críticas e incluso la posibilidad de una sanción penal.
Su regreso a Madrid también fue accidentado, y es que Luka sufría una fractura en el pie, debido a una caída en su domicilio, por la que se perdería varias semanas de competición. Un mes después, se descubre que Jovic sigue con una férula de protección en su pierna maltrecha, por lo que la lesión no ha avanzado demasiado, y lo peor es que se conoce por una barbacoa en la que el delantero madridista compartió mesa con Maksimovic (Getafe) y Saponjic (Atlético de Madrid), en pleno protocolo estricto de regreso a la competición en la Liga.
El Madrid aún le espera
A pesar de todo lo sucedido, en el Real Madrid siguen manteniendo confianza en el futuro de Jovic, pero saben que debe apartar estos capítulos extradeportivos para ganarse de nuevo la confianza de la afición. Zinedine Zidane, el técnico que apretó para tenerle en plantilla, no le ha dado todos los minutos que desearía en su primer año de blanco, y ahora depende del propio jugador –de su puntería y su comportamiento– el revertir la situación y convertirse en el jugador con el que sueña el madridismo desde el pasado verano.
