El Barça tienta al joven mediocentro que tiene un pacto para ir al Madrid

Primero Alaba, luego Haaland y ahora Laporta se entromete por Camavinga

Joan Laporta vuelve a interferir en los objetivos del Real Madrid: quiere a Eduardo Camavinga como recambio de Busquets en el Barça

La competencia por Camavinga se dispara: PSG, Bayern y Liverpool también le siguen la pista

Primero Alaba, luego Haaland y ahora Laporta se entromete por Camavinga
Camavinga celebra un gol con el Rennes (AFP).

Eduardo Camavinga se ha ganado el derecho de ser uno de los mayores talentos jóvenes del momento. Su irrupción la pasada temporada en el primer equipo del Rennes con tan sólo 17 años fue una auténtica sensación en Francia.

Su desparpajo con la pelota y su madurez sin ella marcaban los pasos de un jugador que aventuraba ser importante en los próximos años. Este curso, el de su consolidación, ha mantenido su buen tono en el centro del campo del cuadro galo, aunque con cierta irregularidad, y los ojos de los grandes siguen mirando a Camavinga, que sólo tiene ojitos para el Real Madrid.

Este curso vuelve a ser un fijo en la medular del Rennes, donde ha disputado este curso 37 partidos entre Ligue 1 (33) y Champions League (4), repartiendo tres asistencias y logrando un gol. Tanto como interior, como en el doble pivote como único pivote, Camavinga está demostrando consistencia en el centro del campo y es por ello que los grandes están muy atentos a los movimientos que se puedan dar en torno a él en estos próximos meses.

Desde el curso pasado, el Real Madrid fijó sus ojos en Camavinga. A Zinedine Zidane le enamoró su compatriota, que ve en el joven de 2002 un proyecto de futuro como lo fue en su día Raphael Varane. Las negociaciones del pasado verano no cuajaron entre los blancos y el Rennes. Principalmente porque las exigencias económicas de los galos fueron altas, segundo porque se cerraron en banda ante la disputa este curso de la Champions League y tercero porque el jugador tenía en aquel momento dos años más de contrato firmados con el club. Tenían las de ganar y así fue.

Camavinga queda libre en 2022

Pero este verano la situación es diametralmente opuesta. El 1 de julio Camavinga iniciará su último año de contrato con el Rennes y de momento no tiene ninguna intención de renovar su contrato con el club francés. Esto obligará al equipo galo a mover ficha y escuchar ofertas por él, que no serán pocas y donde aparece otro nuevo factor a tener en cuenta, el Barcelona y Joan Laporta.

Además, su club debe reducir ostensiblemente sus pretensiones económicas por él, tanto como le permita la puja que se puede dar por lograr sus servicios. Con la posibilidad de marcharse gratis en 2022, el Rennes optará por darle ya salida a su talento y hacer caja para buscar al siguiente.

El Madrid tiene un acuerdo verbal por el centrocampista desde hace meses. Eduardo Inda adelantó que existía un principio de acuerdo con Camavinga por seis temporadas, hasta 2027. De hecho, los blancos ya hicieron una primera oferta el pasado mes de marzo al Rennes de 30 millones de euros más otros 10 en una serie de variables.

En el club son conscientes de que otros equipos pueden mejorar las condiciones económicas tanto al jugador como a su club, pero desde la cúpula están tranquilos dadas las preferencias del francés, que parece tener claro que desea jugar en el Santiago Bernabéu vestido de blanco.

Camavinga como relevo de Busquets

La dirección deportiva del Barcelona está peinando el mercado en busca de un centrocampista joven que pueda suplir en los próximos años a Sergio Busquets. El de Badía está completando una gran temporada este curso pero son conscientes en club que su edad y físico no le permitirán aguantar esta exigencia otro curso más. Con el bluf de Pjanic, el culé se ha visto como único pivote de garantías este curso, por lo que sus minutos han sido más de los que se hubiera deseado, pese a que se le ha dosificado siempre que se ha podido.

En esas, el Barça se ha fijado en Camavinga como un futbolista que podría encajar a la perfección en el estilo del club y en la posición que hoy desempeña Busquets, aprendiendo de él en estos últimos años de servicio del catalán en la recta final de su carrera. Como ya ha pasado con otros objetivos blancos como David Alaba –con un acuerdo cerrado con los blancos– o Erling Haaland, Joan Laporta vuelve a interferir y a centrarse en los mismos objetivos que el Real Madrid.

En este caso concreto, y teniendo en cuenta que solo llevarán a cabo una gran operación con un 9 como objetivo, parece difícil que el Barça pueda pujar por Camavinga este verano. Las penurias económicas del club dificultan cualquier batalla financiera por más de un futbolista, por lo que el francés parece lejano a aterrizar en el Camp Nou. Además de los culés, Paris Saint Germain, Bayern de Múnich o Liverpool también están muy atentos a la evolución y pasos que pueda dar el centrocampista, atentos a cuál es el precio de salida que fija el Rennes este verano.

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