Uno de los grandes responsables del cambio a mejor del Real Madrid en los últimos partidos ha sido Lucas Vázquez. El jugador del conjunto blanco ha agradecido a Zidane la confianza que ha depositado en él en último mes y medio de la mejor manera posible. El gallego se ha ganado los minutos y se ha convertido en un hombre fundamental dentro de los planes del técnico, hasta tal punto que ya ha superado los minutos que jugó el pasado curso.
Lucas se ha reivindicado y ha mostrado un inesperado cambio que le ha llevado a ganarse la titularidad. A lo largo de la estancia de Zidane en el banquillo, el técnico siempre ha mostrado predilección por él y ahora ha sabido aprovecharlo, apareciendo en un momento clave para ser determinante. Ha sabido dar un paso adelante que complica y mucho las opciones de los jugadores que compiten por un puesto con él.
Su titularidad es una constante desde hace 12 partidos. Una condición que le ha llevado a acumular en lo que va de curso un total de 1.140 minutos, más de lo que jugó en toda la temporada anterior. Cuando apenas se ha disputado un tercio de la temporada, Lucas ha conseguido superar la presencia que tuvo el pasado año -1.029 minutos- y no parece que haya llegado aún a su límite.
Sólo se ha perdido cuatro partidos
En lo que va de temporada, ha jugado un total de 15 encuentros, pasando de la segunda unidad de Zidane a ocupar con pleno derecho la primera. Únicamente se ha perdido cuatro encuentros este curso. No entró en los encuentros correspondientes a las tres primeras jornadas de Liga, contra la Real Sociedad, Betis y Valladolid; así como el primero de la Champions contra el Shakhtar.
En el resto de encuentros jugó aunque sin tener un papel determinante hasta que llegó el Clásico en el Camp Nou, la que fue su gran oportunidad. Entonces se reivindicó y consiguió no volver a caerse del equipo que sale de partida. De hecho, desde entonces sólo se ha perdido 38 minutos ante el Huesca y 15 contra el Athletic en el último encuentro de los blancos.
Lucas empezó la temporada igual que terminó la anterior: discutido. El gallego había ido perdiendo peso de forma progresiva y la presencia de otros jugadores de enorme calidad y con mucha proyección en su puesto le dejaban prácticamente sin opciones. Pero en una muestra clara de entrega y perseverancia, se consiguió hacer un hueco y ha aprovechado la oportunidad cuando pocos lo esperaban.
Las lesiones le dieron la oportunidad
A Lucas le llegó la oportunidad con las lesiones a la par de Carvajal, Odriozola y Nacho. Se quedaba Zidane en peno Clásico sin un lateral derecho y optaba por un jugador que hasta el momento había respondido cuando le había tocado jugar en el carril. No es su puesto natural, pero parecía que sí. Comenzó a crecerse desde el lateral hasta el punto de convertirse en la opción de más garantías para el entrenador como suplente de Carvajal.
Con la vuelta de Carvajal, lejos de perder la titularidad, Zidane ha optado por adelantarle y devolverle a su demarcación más habitual, acercándose al extremo derecho. Su nivel se ha mantenido, convirtiéndose en un jugador también fundamental en ataque.
Su futuro, en el aire
La situación del jugador de cara al futuro hasta hace unas semanas estaba clara. Su contrato termina en junio de 2021 y todo apuntaba a que el club no le renovaría. Sin embargo, a base de buen trabajo y constancia, ha conseguido que junto a la de Modric y la de Ramos, su renovación sea uno de los temas candentes en el Bernabéu, aunque por el momento parece que la decisión no varía.
Tras el partido contra el Mönchengladbach, en el que el Real Madrid alcanzó la clasificación para los octavos de final de la Champions League, se pronunció respecto a sus intenciones una vez concluya la temporada. El canterano se manifestó e indicó que su preferencia es continuar en el conjunto blanco, aunque también dejó entrever que parece que no figura en los planes del club para el futuro.
Por el momento, para Zidane se ha convertido en un jugador clave. El técnico siempre ha apostado por él, pero ha sido ahora cuando Lucas ha dado un paso adelante. Sus mejores actuaciones han llegado en los momentos más difíciles, en los que el equipo se jugaba sus aspiraciones en Liga y en Champions y en los que ha estado en juego el puesto del francés en el banquillo. Ha respondido así con contundencia a la confianza inagotable de Zidane, haciéndole ver que no se ha equivocado.
