El futuro de Gareth Bale en el Real Madrid es bastante incierto. El galés no cuenta ni para Zidane ni para el club, sin embargo parece que sus intenciones no pasan por marcharse. El pulso que mantiene con la entidad desde el pasado año respecto a su salida ha obligado a la directiva a barajar la opción de dejarle ir gratis. Pese a que los blancos querían ingresar una importante cantidad por su traspaso, la falta de voluntad del jugador en dejar la capital hacen que las pretensiones de los blancos hayan bajado hasta el punto de valorar que se marche a coste cero, pese a que le quedan dos años de contrato.
Precisamente, la vinculación que le une al club es a la que se aferra el extremo para no abandonar el equipo. Bale está cómodo en el conjunto blanco y en la ciudad, pese a que apenas juega y las lesiones son una constante. Sus intenciones el pasado verano eran las de cumplir su contrato y de cara al próximo mercado no han variado. Una situación que se ha convertido en un problema real para el Madrid.
Los madridistas han asumido este curso el elevado sueldo del británico, pero no se pueden permitir mantenerle otro año en nómina. Pese a que la crisis del coronavirus no ha dejado al club en una delicada situación económica, los más de 16 millones netos que gana por temporada suponen una importante losa a las finanzas del club, mayor incluso que la que supone en el plano deportivo.
Bale ha agotado todo el crédito disponible. Para Zidane se ha convertido en una carga y prueba de ello es el poco peso que ha tenido en los partidos importantes esta temporada. Su ausencia se ha convertido en una constante, ya sea por las continuas lesiones o por su bajo rendimiento cuando tiene minutos. De ahí, que el técnico esté deseando su marcha.
Sigue teniendo cartel en la Premier
Pese a que mantiene un buen cartel en la Premier League, donde equipos como el Newcastle están interesados, y que es un reclamo para ligas más exóticas como la de China o la MLS, su elevado sueldo supone un impedimento para su salida. Su ficha está al alcance de muy pocos clubes y, además de estar cómodo con la vida que lleva en Madrid, no quiere reducírsela.
Por este motivo, el Real Madrid se plantea abrirle la puerta de par en par y dejarle ir. De esa forma, el club que le fiche se ahorraría una importante cantidad por el traspaso y le permitiría al jugador mantener sus emolumentos en su nuevo equipo. Algo que pudo darse el pasado verano, cuando Bale estuvo cerca de marcharse a la Superliga china. Entonces, desde la directiva se opusieron con la esperanza de que pudiesen encontrarle un destino. Ahora, al ver que se puede repetir la misma situación, podrían optar por dejarle salir a coste cero.
