Liga Santander: Eibar - Real Madrid

Máxima precaución con Hazard

Zidane y su cuerpo técnico tienen claro que no correrán el más mínimo riesgo con Eden Hazard

El belga ya está recuperado, pero no jugará hasta que no esté totalmente recuperado

Hazard

Se acabaron las prisas con Hazard. No hay motivo para correr y Zidane tiene más que claro que no asumirá el más mínimo riesgo con un jugador que cuando regrese lo hará en un estado de forma óptimo. No hay que forzar más, ya que se ha demostrado que las prisas no son buenas consejeras en estos casos. Por ello, el belga no ha entrenado en la convocatoria para el encuentro que medirá el domingo al Real Madrid con el Eibar y si no se encuentra al máximo tampoco estará el próximo miércoles contra el Granada. Da igual que lleve toda la semana entrenando al mismo ritmo que sus compañeros, hasta que Zizou no le vea perfecto seguirá trabajando en Valdebebas y no irá a los partidos.

“No voy a cambiar nada. Lo importante es que esté bien. El año pasado fue difícil y nunca le ha había pasado nada de lesiones hasta ahora. Tiene que aceptar esto, pero creo que estamos en un buen momento y lo que queremos es que cuando vuelva sea para siempre. Tranquilidad, lo necesitamos en el equipo, pero no queremos hacer tonterías. Así que paciencia”, decía Zidane en rueda de prensa. Y el galo ha cumplido su palabra. Ha pedido paciencia y el primero en aplicarla con Hazard ha sido él.

A lo largo de la semana las expectativas sobre Hazard han ido creciendo. A medida que entrenaba al mismo ritmo que sus compañeros las opciones de entrar en la lista de convocados eran mayores, pero Zidane tenía claro que todavía no había llegado el momento. El galo no es amigo de forzar a sus jugadores, pero es que el caso de Eden es especial. En el club tienen claro que una nueva lesión podría ser muy perjudicial para un jugador perseguido por la mala suerte desde que aterrizó en el Real Madrid hace dos años.

Hazard y la mala suerte

La realidad es que a Hazard desde que llegó al Real Madrid le ha pasado de todo. Los primeros infortunios fueron culpa suya, ya que llegó a su presentación con cinco kilos de más, tal y como él mismo reconoció. En el verano de su fichaje por la entidad madridista, que lo pasó, entre otros lugares, en Marbella junto a su familia, se pasó de disfrutón, lo que afectó a su físico. Le costó coger la forma y una lesión muscular, quién sabe si provocada por sus excesos, le obligó a perderse los primeros partidos de Liga.

Luego se puso a tono y poco a poco comenzó a coger ritmo hasta que cuando se empezó a ver al mejor Eden su compatriota Meunier le lesionó en una noche de Champions en el Santiago Bernabéu. En su mejor partido una patada le fisuró el peroné y le dejó en el dique seco hasta 2020. 82 días después reapareció ante el Celta en Chamartín, pero la alegría duró un partido más. Lo que tardó en llegar al Ciudad de Valencia y en una acción individual otra vez se rompió. Otra lesión que le tendría que haber dejado fuera de los terrenos de juego hasta la presente temporada, pero la pandemia del coronavirus y el retraso de las competiciones le permitió reaparecer, aunque con poco éxito.

Un golpe frente al Espanyol le dejaría renqueante le resto de Liga, la del coronavirus que terminó siendo blanca. Llegó a la vuelta de octavos de Champions ante el City, pero estaba lejos de su mejor nivel y restó más que sumó, poniendo fin a una temporada para olvidar. Se fue de vacaciones y regresó con ilusión, pero un golpe le volvió a frenar. Un golpe que luego cambió por una lesión muscular. Entre una cosa y otra no debutó hasta el 27 de octubre en Champions ante el Borussia Mönchengladbach. Aquella noche jugó 20 minutos.

Parecía que por fin se olvidaba de todas las dolencias, pero no. Sumó 60 minutos ante el Huesca con golazo incluido y luego, como no, el coronavirus le volvió a frenar. Y tras vencer el virus, contra el Alavés otra lesión muscular le apartó de la semana más importante del equipo en lo que va de temporada, esa donde los blancos ganaron a Sevilla y Atlético en Liga y al Borussia en Champions para meterse como primeros de grupo en los octavos de final de la Champions.

Todos estos antecedentes, muy preocupantes, han llevado a Zidane y su cuerpo técnico a no tener la más mínima prisa con el regreso de Hazard. Por ello, el belga no volverá a vestirse de blanco hasta que no esté a tope y da igual que eso sea dentro de tres días, dentro de una semana o ya para 2021. Con Eden no se asumen más riesgos y se extreman las precauciones, ya que nadie quiere volver a pensar en otra lesión.

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