«Voy a seguir en el PSG un cuarto año porque se lo debo a todo el mundo: directivos, seguidores… Voy a seguir pase lo que pase, quiero ayudar para que le equipo gane títulos y ser el mejor del mundo». Dicho a 21 de julio de 2019. Firmado, Kylian Mbappé.
Las palabras de la superestrella del PSG no pillaron por sorpresa al Real Madrid. La comunicación entre el club madridista y el entorno de Mbappé es fluida y frecuente. No hablan todas las semanas pero casi. Por eso en las oficinas de Valdebebas se esperaba el guiño del delantero al club de Al-Khelaifi para zanjar especulaciones en un verano en el que el PSG podría por fin lograr su objetivo de levantar la Champions.
El Real Madrid descartó el sueño de intentar el fichaje de Mbappé este verano cuando el coronavirus puso patas arriba el fútbol europeo. No hizo falta esperar a mayo para que la cúpula del club blanco se diera cuenta de que las prioridades debían ser otras en el corto plazo. Primero, la supervivencia económica del club. Después, acelerar las obras del nuevo Bernabéu. Mbappé podía, debía y tenía que esperar.
Una prima de fichaje de 100 millones
Desde el club blanco contactaron con el entorno de Mbappé para advertirle de la situación, interesarse por su estado durante el confinamiento y tranquilizarle sobre los planes de medio plazo (2021 ó 2022) del Real Madrid con el delantero francés. El futbolista entendió la situación y prometió al club blanco mantenerse firme en su postura de no aceptar la oferta de renovación del PSG.
Hasta en tres ocasiones ha mejorado el club de Al-Khelaifi la propuesta presentada a Mbappé pero el futbolista se mantiene firme en su idea de seguir agotando su contrato, que termina en junio de 2022. Tal como adelantó Eduardo Inda en El Chiringuito, el Real Madrid asume que tendría que pagar una prima de fichaje de 100 millones al futbolista en caso de llegar gratis pero, de momento, en las oficinas de la entidad madridista se sigue trabajando para cuadrar los números e intentar fichar a Mbappé en verano de 2021.
Continuará.
