Zinedine Zidane vuelve a sonreir. Todo le sale bien otra vez al técnico del Real Madrid, recordando mucho a aquella época no muy lejana en la que los blancos dominaban el fútbol mundial. Cada decisión tomada por el técnico funciona y con Vinicius sucede lo mismo. El francés intenta poner tranquilidad respecto a la situación del joven atacante y el tiempo le está dando la razón.
Vinicius fue titular de nuevo ante el Brujas. Repetía en el once tras cuajar una buena actuación ante el Espanyol en la última jornada liguera y, en esta ocasión, volvió a mostrarse cercano a su mejor versión. Sin excesiva presión a sus espaldas, en un partido intrascendente, Vinicius cumplió con nota y sumó un nuevo gol que le sirve para ganar confianza.
El jugador responde así a la confianza de Zidane. El técnico madridista está cuidando al máximo de su jugador, que aspira a ser uno de los mejores del mundo durante la próxima década. Tras ser el pasado año lo más destacable del equipo, este curso ha pasado a un segundo plano. Parte de la responsabilidad reside en el entrenador, que prefiere quitarle una presión que no le corresponde.
Las clases particulares surten efecto
El técnico quiere hacerlo bien con la perla madridista y prefiere darle tiempo. Aún hay facetas en las que el joven necesita mejorar y Zidane le ayuda haciéndole perfeccionarlas de manera particular. El brasileño entrena varios aspectos como la efectividad, el pase y la pausa y, por el momento, esas clases están surtiendo efecto.
A Zidane le funciona el método con Vinicius. El brasileño trata de responder en cada ocasión que tiene oportunidad a la confianza del técnico. Aunque su protagonismo ha caído respecto al de la pasada temporada, cada vez que juega, se muestra mejor. Sus problemas con el gol eran evidentes, así como que iba pasado de revoluciones, sin embargo cada vez se le ve mejor en estos aspectos. Sin ir más lejos, ante el Brujas fue determinante en la victoria de los blancos.
