Las intenciones de Luka Modric de cara a su futuro siempre han pasado por esperar al Real Madrid. El croata tenía claras sus preferencias a la hora de decidir dónde jugar el próximo año, pese a tener propuestas mejores encima de la mesa. Equipos como el Inter de Milán o ligas exóticas como la de Qatar o la MLS han tratado de hacerse con sus servicios con ofertas irrechazables, que superaban las condiciones del conjunto madridista. Un interés que ha sido en vano, pues el mediocentro seguirá de blanco hasta 2022.
El futuro de Modric en el Real Madrid más allá de la presente temporada ha estado en el aire hasta última hora. Los blancos tenían dudas respecto a prolongar la vinculación con el veterano futbolista y, dada la proximidad del 1 de enero, fecha en la que podía llegar a un acuerdo con cualquier club, las ofertas de otros conjuntos se han ido sucediendo.
A sus 35 años, Modric se encontraba en una difícil tesitura. La posibilidad de firmar su último gran contrato estaba sobre la mesa. Una opción más que factible, sabiendo además que el Real Madrid podría como máximo igualar las condiciones de su actual contrato. Sin embargo, el jugador se ha decantado por continuar en un club y una ciudad en la que está totalmente adaptado.
Ofertas irrechazables
Las ofertas que tenía Modric encima de la mesa eran mejores que la que ha aceptado finalmente. Las condiciones planteadas por el resto de interesados en su fichaje eran mejores tanto en lo salarial como en lo temporal. Pero el jugador lo ha tenido claro. El Real Madrid no le ha mejorado la ficha y sólo le da un año más del que ya tenía firmado. Pese a ello, ha preferido ser fiel a unos colores que le han catapultado a la cima del mundo del fútbol.
El Inter de Milán era uno de los grandes interesados. Ya tras la disputa del Mundial de 2018, en el que quedó subcampeón con Croacia, se postularon como candidatos a hacerse con sus servicios. No eran pocos los amigos que tenía en el conjunto interista cuando rechazó por primera vez marcharse de un Real Madrid que iniciaba una reconstrucción de su plantilla.
Ahora, ha vuelto a rechazarles. Lo que le proponía el Inter era un contrato por dos temporadas, hasta junio de 2023. Los italianos le aseguraban un año más de lo que le da el Madrid y, además, le ofrecían un salario de 11 millones de euros netos por temporada. Un sueldo mayor a lo que cobrará en el conjunto blanco, teniendo en cuenta la reducción salarial de los madridistas.
Mejores eran aún las condiciones que le ofrecían desde Qatar y desde la MLS. Modric tenía sobre la mesa varias ofertas de los dos destinos paradisiacos en los que podría vivir un retiro plácido, teniendo en cuenta la menor exigencia que se da en ligas de menor nivel. En estos casos, qataríes y estadounidenses le ofrecían un año más que el Inter, manteniendo el sueldo de los neroazzurri.
Tampoco es la primera vez que el croata rechaza ofertas de esta índole. En el pasado, equipos como el Inter de Miami de David Beckham ya le tentaron. El conjunto del que es propietario el ex jugador del Real Madrid se interesó en él con el objetivo de convertirle en uno de los iconos del soccer norteamericano. Pese a lo que supondría ser uno de los máximos exponentes de un deporte que está en auge en Estados Unidos, Modric prefirió continuar de blanco. Una decisión que ha mantenido ahora, consciente de que la propuesta madridista no podía competir con el resto.
Una renovación ganada en el campo
Si hay algo que ha demostrado Modric en lo que va de curso es que pese a su edad, sigue a un gran rendimiento. La principal duda que existía en el seno madridista era si el físico le aguantaría para continuar en la élite durante este curso y el próximo, de ahí la demora a la hora de renovarle. Viendo su rendimiento a lo largo de la presente campaña, ha quedado claro que sigue siendo un jugador capital de cara a los intereses de los blancos en la presente temporada.
Los últimos encuentros, en los que los blancos se jugaban los objetivos de la temporada de manera prematura, han dejado patente que Modric aún tiene mucho que aportar al equipo. El croata se ha volcado sobre el terreno de juego para demostrar que merece la renovación. Algo que no le habría hecho falta, dado el aluvión de ofertas y de millones que tenía encima de la mesa.
Sin dejarse seducir por las suculentas ofertas que le llegaban, Modric tuvo siempre como prioridad esperar la llamada del Madrid y ha valido la pena. Finalmente, el club ha sabido reconocer su rendimiento y seguirá de blanco una temporada más. Ni un retiro dorado, ni seguir en la élite un año más le han hecho cambiar de opinión.
