Luka Modric tiene la fórmula de la eterna juventud. El mediocentro del Real Madrid se encuentra en un magnífico momento de forma. A sus 35 años está demostrando que la edad no le pesa, siendo uno de los estandartes del equipo de Zidane. En una temporada en la que todo apuntaba a que sería su última de blanco, al comenzar el curso como revulsivo desde el banquillo, se ha reivindicado como protagonista, convirtiéndose de nuevo en protagonista y en pieza esencial del equipo.
Su nueva juventud le ha llevado a ganarse la renovación con el conjunto madridista. Modric prolongará su contrato más allá del mes de junio. El acuerdo está a falta de unos flecos, pero el entendimiento entre el club y él es total. «Todo va en buena dirección», ha apuntado el propio futbolista en la previa del partido de Supercopa. Y para celebrarlo, nada mejor que sumar un nuevo título a su palmarés, el 19º con la camiseta del Real Madrid.
En todos los logrados hasta la fecha, la importancia de Modric ha sido suprema. El balcánico es el timón indiscutible del juego del equipo, tal y como sigue demostrando. Convertido en uno de los principales líderes del equipo, vive un momento dulce, gracias a unas claves que le han permitido mantenerse a pleno rendimiento pese a ser el jugador más veterano de la plantilla.
El trabajo no se negocia
No es fácil mantenerse al máximo nivel durante tantas temporadas y mucho menos pasados ya los 35 años. Aunque su capacidad física, por motivos obvios, ya no es la misma, Modric intenta contrarrestarlo con una intensa carga de trabajo que le permite mantenerse a un rendimiento más que óptimo. El croata reconoce que se lleva el trabajo a casa y que fuera de los terrenos de juego continúa ejercitándose para poder estar al cien por cien.
En una temporada en la que la que el calendario está más apretado de lo normal, Modric pone de manifiesto que su esfuerzo tiene los resultados esperados. Su capacidad física sorprende, más aún en un momento en el que Zidane está sobrexponiéndole, al cargarle minutos sin darle apenas descanso. De hecho, ha jugado 13 de los últimos 14 partidos del conjunto blanco -el que se perdió fue por lesión- y sólo en cinco fue sustituido.
Calidad indiscutible
Luka Modric se ha convertido a lo largo de los años en uno de los mejores mediocentros del mundo. El conjunto blanco supo ver en su día el rendimiento que podía sacar de él y lo están aprovechando al máximo. Su calidad es indiscutible y no se ha visto mermada con el paso de las temporadas. Le valió el máximo reconocimiento que se le puede dar a un jugador al otorgarle el Balón de Oro en 2018. Entonces alcanzó uno de los mejores momentos de su carrera y, tras un pequeño bajón, ha vuelto a acercarse a ese nivel.
Mantiene el hambre
Una de las claves imprescindibles en el rendimiento de Modric es que, pese a haber ganado todo, sigue con ganas de más. Su hambre se mantiene intacto y se nota en cada encuentro. Tiene galones de sobra para echarse el equipo a la espalda y no duda en hacerlo. En lugar de delegar funciones, el ’10’ asume las responsabilidades en todo momento para liderar el juego del equipo.
Sus intenciones no son sólo las de seguir en el Real Madrid durante el tiempo que le dure la gasolina, sino las de continuar cosechando éxitos y escribiendo en letras doradas su nombre en la historia del club. Algo nada fácil, teniendo en cuenta que con los blancos ha levantado Ligas, Champions, Copas, Supercopas de España y de Europa, Mundiales de clubes y los máximos reconocimientos individuales.
La edad no pesa
Como él mismo reconoce, «no hay que mirar la edad». Modric tiene interiorizado que sus 35 años no son un impedimento para estar al máximo nivel. Sus condiciones, además, lo dejan claro. El centrocampista sigue empeñado en demostrar que su nivel sobre el terreno de juego está por encima del de cualquier otro futbolista y lo está consiguiendo. De hecho, a día de hoy, no hay un sustituto posible que haga que no se le eche de menos.
Renovación inminente
Los constantes recitales dados sobre el campo le han llevado a ganarse la renovación. Modric termina contrato el 30 de junio y, hasta hace unos meses, en el club estaban decididos a cerrar una etapa. Además, el jugador había perdido la titularidad, aunque era más que útil como revulsivo. Pero la situación ha dado un vuelco de 180 grados. La revitalización del mediocentro le ha llevado a una más que merecida ampliación de contrato.
El Real Madrid y Modric sellarán en los próximos días un acuerdo que está más que encarrilado. A falta de unos flecos y de la oficialidad, el croata continuará en el club hasta que termine la próxima temporada. Viendo el nivel al que se encuentra, no se puede descartar que, a estas alturas en 2022, se cierre un nuevo acuerdo para prorrogarlo.
