El Real Madrid dejó de confiar su suerte en Champions a la presencia de Sergio Ramos y lo hizo, en parte, gracias a la gran actuación de Nacho Fernández. El defensa madridista cumplió con sobresaliente en un examen nada fácil ante el Inter de Milán, en el que una de las duplas más letales de Europa ponían a prueba la labor defensiva de los de Zidane. Nacho se convirtió en el jefe de la zaga y espantó los fantasmas de las malas noches europeas sin el líder del equipo sobre el césped.
La ausencia de Ramos por la lesión sufrida en el bíceps femoral y de Militao, daban de nuevo a Nacho la titularidad ante el Inter. El canterano volvía a partir de inicio en el centro de la zaga como compañero de Varane y demostró que Zidane tiene en él a un recurso de plenas garantías para suplir a cualquiera de los integrantes de la línea de atrás.
El alcalaíno repetía de inicio en sustitución del capitán, como ya sucedió ante el Villarreal en Liga, y en esta ocasión la labor era más complicada aún. Además de sortear la maldición sin Ramos en Europa, en frente tenían a Lukaku y Lautaro. Los dos llegaban al partido enrachados, pero la gran actuación del equipo y, en particular de Nacho, consiguieron secar la ofensiva interista.
Además de su buena labor defensiva, Nacho apareció en ataque como suele hacer Ramos, siendo también determinante. En la primera acción ofensiva del Real Madrid, apareció para provocar el penalti con el que Hazard encarrilaría la victoria. El central sorprendía con una incorporación en el área y aprovechaba un magistral pase de Ödegaard para encarar la portería. En el momento en el que armó la pierna para disparar, fue derribado y el árbitro señaló la pena máxima.
Exhibición defensiva ante Lukaku
A partir de que los madridistas comenzaron a dominar en el marcador, Nacho se empezó a hacer gigante en defensa. Tener delante a un jugador de la envergadura de Lukaku no fue un problema para él. El futbolista del conjunto madridista secó al belga, imponiéndose en prácticamente la totalidad de los duelos que mantuvo con él, incluyendo los aéreos.
La fiabilidad defensiva de los de Zidane estaba a prueba en ausencia de Ramos y los blancos superaron la prueba con nota. Después de ocho partidos consecutivos encajando gol, la defensa madridista consiguió mantener inédito durante los 90 minutos a Courtois. Y uno de los principales responsables fue Nacho, uno de los mejores del encuentro.
