Aún se desconoce cuándo volverá la Liga e incluso si se podrá llegar a jugar. Parte de los futbolistas de Primera y Segunda no están dispuestos a jugar hasta que no sea seguro y, en lo que respecta al Real Madrid, mantienen su negativa hasta recibir garantías. En el vestuario blanco están tranquilos porque confían en el club. Saben que no se les va a exponer en ningún momento y que tampoco van a caer en las prisas que tienen algunas instituciones como la Liga. Sin embargo, la voluntad de los jugadores madridistas pasa por terminar la temporada y «pelear la Liga en el campo».
A diferencia de otras ligas, en el caso de la española todavía no hay fecha exacta para el regreso de la competición. Los planes de Tebas pasan por reanudar los entrenamientos en los próximos días y retomar lo que resta de campeonato a mediados de junio. Pero la línea a seguir por la entidad madridista pasa por no hacerlo hasta que Sanidad lo autorice y ofrezca garantías.
En lo que respecta a los hombres de Zidane, el sentir va en el mismo camino que el del club. Hasta que no se garantice que las condiciones sean seguras y que no se ponga en riesgo la salud de los jugadores y del cuerpo técnico, apuestan por no volver. No tienen prisa. El temor de los futbolistas está en exponerse a un posible contagio y prefieren continuar entrenándose en sus casas hasta que el riesgo sea mínimo.
La plantilla cuenta con que el club no dudará en dar prioridad a prevenir los contagios. Confían en que las medidas que se tomen sean igual de rigurosas que cuando se detectó el contagio por coronavirus de Trey Thomkins. Entonces, se decretó la cuarentena y el cierre de Valdebebas de forma inmediata y, ahora, piensan que se actuará con la misma contundencia.
Pese a todo, la plantilla tiene «muchas ganas» de volver a la normalidad. El conjunto blanco está en plena lucha por el título liguero con el Barça y quieren que se completen las 11 jornadas restantes y que la Liga se decida en el campo.
En lo que respecta a la polémica generada por los test, entienden que antes de volver a los entrenamientos deberían someterse a ellos. Sin embargo, se mantienen en la línea de que, antes de que se les realicen, es prioritario que lleguen a otros colectivos de primera necesidad que han estado -y siguen estando- más expuestos al COVID-19.
