El Real Madrid disputará este miércoles contra el Borussia Mönchengladbach su cuarta final de la temporada en Champions League, pero esta vez será la definitiva. Tras ganar al Inter en dos ocasiones y perder contra el Shakhtar en la última jornada de la máxima competición, los de Zidane están obligados a ganar para estar en octavos de final sin depender de nadie. El riesgo de caer eliminados es alto, pues de empatar tendrán que esperar a que el Inter se imponga a los ucranianos, mientras que perdiendo dirán adiós a la Liga de Campeones mucho antes de lo previsto.
Unos octavos de final de la Champions sin los madridistas es inimaginalble, pero a la vista de la intermitencia del 13 veces campeón de Europa en la presente temporada, no puede descartarse otro tropiezo que les mande a la Europa League o -peor aún- les elimine de cualquier competición continental. Pese a que los buenos resultados se están alternando este curso con las debacles, los madridistas afrontan el partido como lo que es: una final anticipada. Por ello, hay razones para creer en que finalmente el Real Madrid estará en la siguiente ronda de la competición al término del encuentro contra los alemanes.
El Madrid gana las finales
Si algo han demostrado los blancos en estas últimas temporadas, sobre todo con Zidane en el banquillo, es que las finales, además de jugarlas, las ganan. Desde que el técnico se sentó en el banquillo por primera vez, los madridistas han disputado un total de nueve finales, llevándose todas. Además, la mayoría de los partidos que estaban catalogados como tal por su importancia, suelen saldarse siempre con victoria del Madrid.
El Real Madrid da la cara en los momentos clave y siempre suele cumplir con las expectativas cuando llega la hora. Sin ir más lejos, este curso estaban obligados a ganar al Inter para no decir adiós a la máxima competición y lo hicieron. Lo mismo pasó en Liga, donde se han impuesto en sus dos enfrentamientos más importantes del curso hasta la fecha, ante Barcelona y Sevilla, lo que les permite seguir estando a una distancia salvable de la cabeza de la clasificación.
La vuelta de Ramos, un seguro
Una de las ventajas con las que contará el conjunto blanco es el regreso de Sergio Ramos. Zidane ha recuperado efectivos y entre ellos se encuentra su capitán, que se ha demostrado que es más que necesario para el equipo y más en Champions. Con la vuelta del sevillano, el Madrid no recupera sólo a un líder para su defensa.
Ha quedado patente que el jugador del conjunto blanco le imprime el carácter y la garra que necesita el equipo para continuar en la máxima competición. Su presencia es fundamental tanto defensivamente como en el resto de aspectos del juego. La capacidad que tiene para sacar el balón jugado, subirlo si es necesario y para convertirse en delantero eventual, con un potente juego aéreo, suponen un extra a tener en cuenta por los blancos para el partido.
Buenas sensaciones contra el Sevilla
Esta temporada, el Real Madrid está acostumbrando a dar una de cal y otra de arena. Los blancos combinan buenos resultados con derrotas sorprendentes y comprometedoras, como ante el Cádiz, Alavés o las dos contra el Shakhtar, que les llevan a jugarse todo en el último partido de esta fase de grupos. Sin embargo, vienen de ganar al Sevilla por la mínima, pero haciendo un gran partido, en el que fueron claros dominadores del partido.
Los madridistas dieron un cambio radical a la imagen mostrada en los tres últimos partidos, en un partido importante que sirvió para coger confianza de cara al duelo contra el Gladbach. La solidez mostrada por los blancos ante los hispalenses marca el camino a seguir de cara al partido más importante de lo que va de curso.
El gol, a cargo de Vinicius y Benzema
Vinicius Júnior y Benzema serán en principio los principales bastiones de los madridistas en el ataque. Benzema regresó al equipo después de perderse por lesión los tres últimos partidos y lo hizo después de encadenar cinco goles en cuatro partidos. Ante el conjunto alemán será el principal referente de los madridistas y, como ha demostrado a lo largo del último año, cuando el equipo necesita que dé un paso al frente, lo hace.
En el caso de Vinicius, el brasileño llega al encuentro después de ser protagonista contra el Sevilla. La lesión de Hazard le ha abierto de nuevo las puertas de la titularidad y frente a los de Lopetegui ya demostró que está en un buen momento. Provocó el gol de los madridistas y volvió a ser un incordio por su banda, combinando las jugadas desequilibrantes con sus errores de precisión.
No serán los únicos hombres de gol con los que cuenta Zidane. Pese a que Jovic y Mariano no estarán por lesión, sí que estarán Asensio -que apunta también al once- y Rodrygo. El joven extremo brasileño ha demostrado que tiene un idilio con la máxima competición y ya apareció para darle la victoria a los blancos contra el Inter de Milán en Valdebebas. Tres puntos que mantienen con opciones de clasificación a los de Zidane.
Confianza plena en Zidane
Desde la llegada al banquillo del técnico francés, el equipo ha sido una piña. Zidane consiguió unir al vestuario, llevándole a lograr los mayores éxitos del club en los últimos 50 años. Contra el Mönchengladbach, el Madrid se la juega. Los madridistas se juegan su futuro en la competición, al que está ligada la continuidad del entrenador en el banquillo.
Zizou se juega su crédito y, de no clasificarse, todo hace indicar que será destituido de su cargo. La plantilla le debe mucho al galo, que les ha llevado a las máximas cotas de su carrera y, pese a los baches del presente curso, siguen manteniendo confianza ciega en él. La plantilla se dejará el alma por clasificarse y, de paso, por salvar la cabeza de su entrenador.
