El Real Madrid y el Barcelona llegan al Clásico con bastantes dudas respecto a su capacidad goleadora. Ambos conjuntos acumulan serios problemas en ataque. Los blancos tienen unos enormes problemas para ver puerta, mientras que los culés rebajan su producción ofensiva a domicilio y dependen casi en exclusiva de Leo Messi para hacer gol. Algo que lleva a pensar que podrían protagonizar, de nuevo, un encuentro en el que los tantos no abunden, como ya sucedió en la primera vuelta, donde empataron a cero en el Camp Nou.
El conjunto madridista viene demostrando en sus últimos partidos que las dificultades para hacer gol son más que evidentes. Se vio ante el City, en la ida de los octavos de Champions, pero sobre todo en la última derrota liguera ante el Levante, en el que no consiguieron marcar después de disponer de 19 disparos -siete de ellos a puerta- y de ocasiones clarísimas para adelantarse.
Lo cierto es que los madridistas no han conseguido borrar de forma prolongada la sombra de Cristiano Ronaldo tras su marcha. Sólo Benzema ha hecho olvidar por momentos al portugués, pero en los últimos tiempos ha vuelto a las andadas y ha frenado sus números goleadores.
En el caso del Barcelona, los culés presentan igualmente dudas. Los de Setién dominan el balón, intentan ser verticales, pero no terminan de convencer en cuanto a la producción ofensiva, sobre todo a domicilio. Sus números lejos del Camp Nou se resienten en exceso y tienen serias complicaciones ya no para ganar, sino también para marcar.
De hecho, en los últimos partidos lejos de su afición, los azulgranas empataron a uno contra el Nápoles, sufrieron para ganar 2-3 al Betis -con tres asistencias de Messi-, cayeron 1-0 en Copa ante el Athletic, hicieron lo propio contra el Valencia en Mestalla (2-0), sufrieron para ganar en Ibiza 1-2 y empataron a dos contra el colista Espanyol. Seis encuentros en los que de forma consecutiva, los barcelonistas no han hecho otra cosa que incrementar las dudas a domicilio, que son una constante a lo largo de la temporada.
Dos obstáculos en la portería
Además de los serios problemas con el gol contra el que ambos conjuntos tendrán que combatir, hay que sumar dos serios obstáculos en la portería. Thibaut Courtois y Marc-André Ter Stegen serán los encargados de, en última instancia, mantener al rival a cero durante el Clásico. El Real Madrid y el Barcelona cuentan con dos de los mejores porteros del mundo, por no decir los mejores, con permiso de Oblak.
En lo que se refiere a los blancos, durante gran parte del presente curso, han mostrado una gran solidez defensiva, fortalecida por la presencia de Courtois. El belga está en el mejor momento desde su llegada hace dos veranos al Bernabéu, siendo determinante con sus paradas en los últimos encuentros. Además, es el portero menos goleado de la Liga, habiendo encajado 14 goles en los 22 partidos que ha disputado.
Por su parte, el alemán lleva años rindiendo al máximo nivel. No es nada fácil batir a Ter Stegen, y el propio Madrid lo sabe. El meta es junto a Messi el principal sustento del Barça esta temporada. Sin embargo, sus números se encuentran muy alejados de lo que acostumbra en las últimas campañas, debido a la fragilidad defensiva blaugrana. En Liga, ha recibido 27 goles en los 24 partidos que ha jugado, más de uno por encuentro.
