Han tenido que pasar más de tres años, 1.098 días concretamente, para que el Real Madrid ceda su trono mundial al Liverpool. Los blancos jugarán el domingo ante el Athletic en el Bernabéu por primera vez en las tres últimas temporadas sin la escarapela en el pecho que les acredita como campeones del mundo. Ahora, es el conjunto inglés el que tendrá el honor de portar en su camiseta este escudo.
El Real Madrid cede su corona, pero deja su leyenda. El club blanco ha conseguido en este tiempo hacer lo que nadie había hecho antes. Ni siquiera se había acercado ello. Primero, ganando tres Champions de forma consecutiva, cuando ningún otro equipo en Europa ha sido capaz de encadenar dos conquistas, y luego logrando ganar el Mundial de Clubes otras tantas veces, enterrando cualquier tipo de maldición que relacionaban con esa escarapela que desde hoy pertenece al Liverpool. Para el rey de Europa y del mundo, nadie como los blancos ha dominado el planeta tantas veces, las maldiciones no existen.
Hace tres años el Madrid de Zidane lograba su pentacempeonato al vencer con más sufrimiento de lo esperado al Kashima japonés. El sexto título llegó a la temporada siguiente ante el Gremio gracias a un gol de falta de Cristiano Ronaldo. Y por último, la séptima corona la consiguieron ante el Al-Ain el pasado año, convirtiéndose en el club de fútbol con más Mundiales de Clubes, superando al Barcelona, y en el único equipo que ha ganado tres veces de manera consecutiva este trofeo.
