El Real Madrid ha dejado atrás la inseguridad defensiva. El conjunto blanco confirmó ante el Galatasaray su mejoría atrás volviendo a dejar su portería a cero, por cuarto partido consecutivo. Algo que pone de manifiesto que los problemas que han mostrado en este último año a la hora de evitar el peligro rival va poco a poco desapareciendo. De hecho, en los últimos cinco encuentros de los madridistas, sólo han encajado un gol, el de la derrota frente al Mallorca.
Los de Zidane han experimentado en los últimos partidos una clara mejoría en su juego. El conjunto madridista es un equipo más sólido en el centro del campo y no se rompe al perder balones en ataque. Una situación que repercute directamente en defensa, pues los rivales generan menos peligro.
Pero la seguridad atrás también tiene que ver con un incremento del rendimiento de los defensores madridistas. Al liderazgo indiscutible de Sergio Ramos en la zaga hay que sumar que Varane, Carvajal y Marcelo cada vez se acercan más a su mejor nivel, lo que se traduce en menos concesiones y, por tanto, menos goles encajados.
También cabe destacar la función de Courtois bajo los palos. El guardameta ha estado cuestionado prácticamente desde su llegada al club. Sus actuaciones no han estado a la altura de lo esperado, pero cada vez se encuentra mejor. Últimamente al belga se le acercan poco, pero sabe responder con solvencia.
El conjunto de estos factores han provocado que el Madrid presente unos números que no se veían en defensa desde hace años. De hecho, con Zidane en el banquillo, la plantilla nunca había estado durante tantos partidos imbatida. Para ver unos registros similares, habría que trasladarse al inicio de la temporada 2015-16, en lo que fue el estreno de Rafa Benítez, cuando encadenaron cinco encuentros sin recibir un gol.
