Liga Santander: Real Madrid - Elche

Benzema evita otra debacle

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Un doblete de Benzema dio el triunfo al Real Madrid ante el Elche.

Parecía que iba a ser un día más en la oficina con un Real Madrid que ni juega, ni marca, ni Liga. Un equipo anodino, impotente, cansino. Una tortura de equipo, que convierte cada partido en un sufrimiento perpetuo. Así fue hasta que Benzema, con un doblete imponente, dio la vuelta al gol del Elche. Hay vida en Valdebebas. Y sufrimiento. Mucho. No me quiero ni imaginar lo que puede ser el martes ante el Atalanta.

Zidane usó el duelo ante el Elche para ensayar los tres centrales que pondrá el martes contra el Atalanta. Entre la vuelta de Sergio Ramos, más deseada que la llegada de los Reyes Magos, y la escasísima aportación de los de arriba, mejor jugar con un defensa más y un delantero menos. Más aún cuando para el duelo de la Champions no estará Casemiro, cuya ausencia para el Real Madrid es como si uno saliera a pasear por Burgos en enero sin bufanda: mortal de necesidad.

Colocó Zizou entonces a Nacho, Varane y Ramos atrás y descolgó en los costados al obediente Lucas y al atolondrado Mendy, que trata de mirarse al espejo de Marcelo pero acaba siendo un esperpento de Valle Inclán. Por delante a Casemiro, que no jugará el martes, le acompañaban Valverde e Isco, así que descansaban Kroos y Modric. Arriba la oportunidad de acompañante de Benzema era para un Vinicius que podría repetir ante el Atalanta. O no.

El Real Madrid salió a dominar a un Elche que cerró filas atrás. Mendy y Lucas Vázquez eran profundos y anchos, aunque sin desborde. Se confirmó rápido el planteamiento de Zidane de los tres centrales, pero pasaban los minutos y el dominio de los blancos era infructuoso y sin ocasiones. Isco merodeaba el área ilicitana, pero estaba demasiado rodeado.

Dominio sin pegada

El Elche sobrevivió ileso a los primeros 20 minutos. Mucho toque de balón, mucha posesión y pocas ocasiones. Sin noticias de Benzema, ni tampoco de un Isco emboscado entre defensas del Elche. Hubo que esperar hasta después de la media hora para que el Real Madrid tuviera su primera ocasión. La marró Benzema después de una buena asistencia de Vinicius tras una galopada marca de la casa. Otra vez el Madrid era víctima de su propia falta de puntería.

El Real Madrid volvía a transmitir una enorme sensación de impotencia. Peligroso síntoma a las puertas de recibir el martes al siempre peligroso Atalanta. El Elche daba algún aviso leve en las contras. Pellizquitos de monja para la defensa del equipo de Zidane y el imponente Courtois.

La segunda ocasión, otra vez clamorosa, del Real Madrid ocurrió al filo del descanso cuando ni Isco primero ni Vinicius después fueron capaces de conectar una pelota fácil dentro del área. Sólo faltó Steve Urkel de tercer rematador. Hay veces que el Real Madrid en el área parece un capítulo de Mister Bean. La repetición enseñaba todavía más vergüenzas de los rematadores del equipo de Zidane.

Con la doble ocasión de Isco y Vinicius y una conocida sensación de impotencia se fue al descanso el Real Madrid. El marcador, les recuerdo, seguía siendo 0-0. Por cierto, que no se me olvide contarles una jugada que se inventó Mendy en la primera mitad, puro esperpento, cuando intentó dar un taconazo y le salió un autopase. Pues eso: junto con Militao, el defensa más caro de la historia del Madrid.

Impotencia, impotencia, impotencia

La segunda mitad empezó igual que la primera. Atacaba el Madrid, se defendía el Elche. Ah, y fallaba goles el Madrid, también. Vamos, sin novedad en el frente. Los de Zidane empujaban con la frustración del padre que trata de meter cinco maletones XXL en el maletero de un Seat Ibiza. Todos los ataques llegaban por la banda de Mendy. Todos con final infeliz, obviamente.

Sergio Ramos reclamó un penalti por agarrón en un córner. Lo era, pero como el árbitro se empecinó en no cobrarlo, el VAR se quedó calladito, como se hubiera cortado la conexión. Lo del Real Madrid con los árbitros es de coña ya. Nada, a los blancos les birlaron otro penalti y siguió el juego caminito de la hora de partido. Penalti no cobrado al margen, la realidad del Madrid era la tristeza del quiero y no puedo.

Apenas hubieron de pasar dos minutos para que Courtois, como cada partido, salvara a su equipo de un gol cantado. Su paradón en el mano a mano evitó el 0-1 al que siguió una jugada confusa resuelta por el árbitro con fuera de juego. Era un aviso serio de que el Madrid tonteaba con el partido.

Se confirmó justo en el 60 cuando el Elche encontró el 0-1 a la salida de un córner que cabeceó Dani Calvo de forma violenta y salvaje. Varane perdió la marca y el Real Madrid se complicó la vida en casa… por enésima vez esta temporada. Zidane quitó a Ramos, Isco y Valverde y metió a Kroos, Modric y Rodrygo. Los blancos volvían al 4-3-3. Y a las andadas.

Benzema iguala

Atacó y atacó el Madrid con ahínco. Llevó el cántaro a la fuente muchas veces y al final lo rompió Benzema. De cabeza, al más puro estilo Santillana, consiguió el 1-1 después de un córner botado en corto y que centró Modric con un pase medido. Respiraba Zidane, sabedor de las carencias de su equipo.

Era el 74 y Hazard, que ha reaparecido más veces que María Teresa Campos, entró por Vinicius. Siguieron cayendo ocasiones en el área del Elche, pero siguió desaprovechándolas el equipo de Zidane. Y fue así hasta que otra vez in extremis apareció Benzema para inventarse un golazo que dio al Real Madrid tres puntos cuando nadie lo esperaba. Fueron tres puntos merecidísimos, trabajados y con un enorme sufrimiento. Para variar.

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