Zidane tiene la mente puesta en el Eibar. Tanto que el Real Madrid ha realizado este sábado un simulacro del partido con el que volverá a competir en la Liga el próximo domingo a las 19.30 horas. El técnico madridista ha montado un ensayo general con un partidillo de entrenamiento con las equipaciones oficiales de juego, a la misma hora y en el estadio Di Stéfano, que ha estrenado su nueva iluminación.
El Di Stéfano será la nueva casa del Real Madrid al menos hasta octubre cuando, según las previsiones del club blanco, el Santiago Bernabéu ya esté listo para albergar de nuevo fútbol con público en las gradas. Por ello, los futbolistas del equipo blanco deben ir acostumbrándose al que será el estadio en el que disputen como locales lo que resta de Liga.
Zidane quiere que sus jugadores estén lo mejor preparados posible para enfrentarse a una Liga en miniatura con un final más incierto que nunca debido a la gran cantidad de cambios que vivirá el Real Madrid en el regreso a la competición, los principales el campo y la sensación de jugar a puerta cerrada.
El simulacro de partido ante el Eibar diseñado por Zidane en forma de ensayo general para el reestreno de la Liga se completó sin que hubiera ningún percance para los futbolistas y con muy buenas sensaciones por parte de todos los jugadores, incluidos Hazard y Asensio, que cada vez van cogiendo más ritmo junto al resto del grupo.
Bale no participó
Gareth Bale fue el único junto a lesionado Jovic que no participó en el partidillo por estar cargado muscularmente. El galés se quedó sin participar en el entrenamiento, con el grupo pero esto no le apea del partido contra el Eibar de la próxima semana.
